/ domingo 19 de mayo de 2024

Un Camino hacía Dios | Responsabilidad de la familia dar bases sólidas a los hijos

Mucho de lo que hoy estamos viviendo es consecuencia de factores de formación familiar, disciplinar, honestidad, responsabilidad y respeto, que posteriormente permea en el comportamiento social. Infinidad de cosas que hoy suceden, ya no nos sorprenden sobre todo las que son motivadas por la inseguridad que vive el país, el descaro de los actos deshonestos y la forma burda de los discursos de quienes hoy persiguen un puesto de elección popular, que distinto sería si esos valores y formación familiar que eran ley no escrita siguieran calando hondo en el contexto social.

El padre Moisés Lira en el compartir de su historia valora como esa formación que se da en casa es importante para el desenvolvimiento de la gente y en su actuar:

En los tiempos en que Moisés estaba en Huejotzingo, la Superiora de la Comunidad y directora del Colegio de las niñas, era la M. Victoria Ortega, mujer de mucha responsabilidad, de mucho carácter y con un corazón lleno de bondad, pieza fundamental en la edad rebelde de Moisés, él mismo nos dice:

«Recuerdo que cuando era chiquillo, una vez me salí de mi casa, me hui a las ocho de la noche y me fui a casa de unos amigos, porque me habían regañado porque no regué las macetas. Me dio coraje que me regañaran y me fui. Quería irme con un tío rico, que tenía unas tiendas en Zacatlán.

La madre Victoria me regañó, pero bonito… con cariño maternal. Me aconsejó que nunca tomara ninguna determinación “sin pensar, orar y consultar." Desde chiquillo tomé esa resolución y la he cumplido.»

Moisés, desde chico fue enérgico y firme, no quiso volver más con el Sr. Cura y se quedó a vivir en el Colegio donde la M. Victoria Ortega le dispuso un cuartito; pero siguió asistiendo a la Parroquia como acólito y a la escuela con su padre, manifestando con ello gran humildad.

El adolescente pasa por una crisis a causa del cambio que se está operando en él y es entonces cuando necesita de más cariño, quiere ser comprendido y Moisés, como todo chico normal, pasó por esa crisis.

Siempre las palabras dulces serán miel en el corazón y la enseñanza será más trascendental, en estos tiempos los regaños tienen otros matices incluso hasta llegar a la violencia, el “Apóstol de la bondad” un hombre del pasado hoy vivo en el presente, nos invita a ser más cuidadosos en la formación familiar, a hacer de nuestros hijos, personas de bien y que tengan las bases para conducirse en la sociedad y comenzar a dar los pasos para formar generaciones con mejores cimientos, el próximo beato Moisés Lira Serafín, siempre mostró esos valores que le inculcaron en casa y en el contexto que le tocó vivir.

Mucho de lo que hoy estamos viviendo es consecuencia de factores de formación familiar, disciplinar, honestidad, responsabilidad y respeto, que posteriormente permea en el comportamiento social. Infinidad de cosas que hoy suceden, ya no nos sorprenden sobre todo las que son motivadas por la inseguridad que vive el país, el descaro de los actos deshonestos y la forma burda de los discursos de quienes hoy persiguen un puesto de elección popular, que distinto sería si esos valores y formación familiar que eran ley no escrita siguieran calando hondo en el contexto social.

El padre Moisés Lira en el compartir de su historia valora como esa formación que se da en casa es importante para el desenvolvimiento de la gente y en su actuar:

En los tiempos en que Moisés estaba en Huejotzingo, la Superiora de la Comunidad y directora del Colegio de las niñas, era la M. Victoria Ortega, mujer de mucha responsabilidad, de mucho carácter y con un corazón lleno de bondad, pieza fundamental en la edad rebelde de Moisés, él mismo nos dice:

«Recuerdo que cuando era chiquillo, una vez me salí de mi casa, me hui a las ocho de la noche y me fui a casa de unos amigos, porque me habían regañado porque no regué las macetas. Me dio coraje que me regañaran y me fui. Quería irme con un tío rico, que tenía unas tiendas en Zacatlán.

La madre Victoria me regañó, pero bonito… con cariño maternal. Me aconsejó que nunca tomara ninguna determinación “sin pensar, orar y consultar." Desde chiquillo tomé esa resolución y la he cumplido.»

Moisés, desde chico fue enérgico y firme, no quiso volver más con el Sr. Cura y se quedó a vivir en el Colegio donde la M. Victoria Ortega le dispuso un cuartito; pero siguió asistiendo a la Parroquia como acólito y a la escuela con su padre, manifestando con ello gran humildad.

El adolescente pasa por una crisis a causa del cambio que se está operando en él y es entonces cuando necesita de más cariño, quiere ser comprendido y Moisés, como todo chico normal, pasó por esa crisis.

Siempre las palabras dulces serán miel en el corazón y la enseñanza será más trascendental, en estos tiempos los regaños tienen otros matices incluso hasta llegar a la violencia, el “Apóstol de la bondad” un hombre del pasado hoy vivo en el presente, nos invita a ser más cuidadosos en la formación familiar, a hacer de nuestros hijos, personas de bien y que tengan las bases para conducirse en la sociedad y comenzar a dar los pasos para formar generaciones con mejores cimientos, el próximo beato Moisés Lira Serafín, siempre mostró esos valores que le inculcaron en casa y en el contexto que le tocó vivir.