/ domingo 1 de septiembre de 2024

UN CAMINO HACIA DIOS

« Encomendamos a su intercesión nuestra querida Patria mexicana » A 13 días de ser beatificado Moisés Lira Serafín

Miguel Bañuelos Díaz

Retrocedamos un poco en la Historia y veamos cómo fue preparándose esta situación de guerra y de persecución religiosa.

En 1910 México celebró el primer Centenario de su Independencia el 16 de septiembre; en noviembre del mismo año, empezaron los primeros brotes de la revolución y aquel coloso - el porfirismo - que parecía haber llegado a la cima de su gloria, se derrumbó estrepitosamente y triunfó la revolución maderista contra Porfirio Díaz. El gran error de Don Porfirio en el terreno religioso, fue el laicismo: las leyes antirreligiosas de la Constitución de 1857 siguieron en pie; a su sombra se desarrollaron poderosamente la masonería y el liberalismo.

“Todos estos males, y otros más, dieron lugar a la lucha, tanto armada como diplomática, con el país del Norte, que acabó por derrocar a Don Porfirio el 25 de mayo de 1911. Le sucedió interinamente Don Fco. León de la Barra del 26 de mayo al 6 de noviembre de 1911”.

En este mes y año, Moisés terminaba el primer año de Latín en el Seminario y salía de vacaciones.

“La oposición contra Madero culminó en la decena trágica del 9 al 18 de febrero de 1913 con el cuartelazo del General Huerta que llevó a éste a la presidencia de la República en sustitución de Madero.” Moisés estaba entonces en tercer año de Latín.

El gobierno del Gral. Victoriano Huerta, del 19 de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914, fue una dictadura militar que exacerbó la belicosidad de los revolucionarios.

Contra la dictadura de Huerta se levantó Carranza, renunció Huerta el 15 de julio de 1914 y nombró al Lic. Fco. Carbajal. El gobierno de Carbajal fue también de efímera duración, del 15 de julio de 1914 al 13 de agosto de 1914. Triunfó la revolución carrancista y entró Obregón en México el 15 de agosto de 1914, y cinco días después el Primer Jefe, Carranza, que ese mismo día se hizo cargo del Poder Ejecutivo.

Moisés, nuestro joven seminarista, en noviembre de ese año de 1914 terminaba el Curso de Latín, o sea, cuatro años de Humanidades en la Universidad Angelopolitana y en 1915 pasaría a Filosofía. Estos primeros años como Misionero del Espíritu Santo se vivía en el país una verdadera anarquía.

Carranza triunfa y pone fin al terrible estado de cosas con la elaboración de la Constitución en 1917.

Todas estas circunstancias tan adversas obligan a todos a establecer las medidas prudenciales para poder moverse en la lumbre y sin quemarse.

Durante todas estas idas y venidas, los estudiantes y formadores debían moverse con todas las situaciones de la debida prudencia para realizar lo que tenían que hacer sin exponerse a todos los peligros constantemente ideados por los enemigos de la paz y el orden social.

En estas horribles circunstancias vivió Moisés Lira Serafín, nuestro próximo beato mexicano, encomendamos a su intercesión el rumbo de nuestra querida Patria mexicana.

« Encomendamos a su intercesión nuestra querida Patria mexicana » A 13 días de ser beatificado Moisés Lira Serafín

Miguel Bañuelos Díaz

Retrocedamos un poco en la Historia y veamos cómo fue preparándose esta situación de guerra y de persecución religiosa.

En 1910 México celebró el primer Centenario de su Independencia el 16 de septiembre; en noviembre del mismo año, empezaron los primeros brotes de la revolución y aquel coloso - el porfirismo - que parecía haber llegado a la cima de su gloria, se derrumbó estrepitosamente y triunfó la revolución maderista contra Porfirio Díaz. El gran error de Don Porfirio en el terreno religioso, fue el laicismo: las leyes antirreligiosas de la Constitución de 1857 siguieron en pie; a su sombra se desarrollaron poderosamente la masonería y el liberalismo.

“Todos estos males, y otros más, dieron lugar a la lucha, tanto armada como diplomática, con el país del Norte, que acabó por derrocar a Don Porfirio el 25 de mayo de 1911. Le sucedió interinamente Don Fco. León de la Barra del 26 de mayo al 6 de noviembre de 1911”.

En este mes y año, Moisés terminaba el primer año de Latín en el Seminario y salía de vacaciones.

“La oposición contra Madero culminó en la decena trágica del 9 al 18 de febrero de 1913 con el cuartelazo del General Huerta que llevó a éste a la presidencia de la República en sustitución de Madero.” Moisés estaba entonces en tercer año de Latín.

El gobierno del Gral. Victoriano Huerta, del 19 de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914, fue una dictadura militar que exacerbó la belicosidad de los revolucionarios.

Contra la dictadura de Huerta se levantó Carranza, renunció Huerta el 15 de julio de 1914 y nombró al Lic. Fco. Carbajal. El gobierno de Carbajal fue también de efímera duración, del 15 de julio de 1914 al 13 de agosto de 1914. Triunfó la revolución carrancista y entró Obregón en México el 15 de agosto de 1914, y cinco días después el Primer Jefe, Carranza, que ese mismo día se hizo cargo del Poder Ejecutivo.

Moisés, nuestro joven seminarista, en noviembre de ese año de 1914 terminaba el Curso de Latín, o sea, cuatro años de Humanidades en la Universidad Angelopolitana y en 1915 pasaría a Filosofía. Estos primeros años como Misionero del Espíritu Santo se vivía en el país una verdadera anarquía.

Carranza triunfa y pone fin al terrible estado de cosas con la elaboración de la Constitución en 1917.

Todas estas circunstancias tan adversas obligan a todos a establecer las medidas prudenciales para poder moverse en la lumbre y sin quemarse.

Durante todas estas idas y venidas, los estudiantes y formadores debían moverse con todas las situaciones de la debida prudencia para realizar lo que tenían que hacer sin exponerse a todos los peligros constantemente ideados por los enemigos de la paz y el orden social.

En estas horribles circunstancias vivió Moisés Lira Serafín, nuestro próximo beato mexicano, encomendamos a su intercesión el rumbo de nuestra querida Patria mexicana.