No hay duda de que, para la elección 2027 de gobernador, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales, en San Luis Potosí vamos a analizar personalidades y no partidos.
Desde que las siglas de partidos perdieron significado en la mentalidad de los electores, surge la impostergable necesidad de llevar adelante una reforma política con impactos electorales que garanticen a los electores que no habrá pandillas disfrazadas de organismos políticos que se apropien del destino de los potosinos.
Por supuesto que son necesarias muchas otras cosas en la regulación electoral moderna, actualizada y eficaz para iniciar una nueva etapa que no tenga figuras engañosas ni ilusiones que generen posteriores inconformidades entre los votantes.
Es justo el tiempo de comenzar el análisis de los personajes que aspiren a gobernar estado y municipios, lo mismo que conocer a los aspirantes a representar al “pueblo” en la cámara de diputados federales y en el Congreso del Estado.
Abrir un trato más directo con ellos, conociendo previamente las cualidades personales de cada aspirante, sus propuestas de desarrollo y sus proyectos de leyes que den acceso a diversos campos de la administración pública, todavía conservados bajo gruesas telas de discreción para impedir el conocimiento de los actos desleales y turbios aún presentes.
Las reformas y modificaciones a la ley electoral y la Constitución del Estado con miras a colocar a San Luis Potosí a la vanguardia en esta materia, no son del agrado de las estructuras actuales del poder público. La adicción al poder es incurable y sus efectos han sido lamentables para nuestro estado en los últimos 80 años de historia.
Nadie duda que la adicción al poder genera las posiciones encontradas entre los políticos que la llevan en su naturaleza. Choques y confrontaciones obedecen al permanente deseo de seguir al frente del gobierno, para operar los fondos económicos a su antojo y para beneficiarse de la influencia que genera el mismo poder público.
Bien visto, y analizado con calma, dos años son poco tiempo para encontrar una nueva generación de aspirantes al gobierno y a la representación de los ciudadanos de este estado, porque los partidos dejaron de formar cuadros de mujeres y hombres con fines electorales. Se dio paso a la voracidad como aliento para buscar posiciones de poder al conocerse los volúmenes de dinero que se tienen bajo candados de discreción imposibles de abrir.
Justo porque los partidos envejecieron y dejaron de ser útiles al ciudadano, se abre la oportunidad de vivir una nueva etapa. Condicionar el acceso al poder público exigiendo las virtudes que la demagogia ahogó, es y será indispensable. Por eso pierde valor descalificar el desempeño de políticos empoderados ahora, cuando ya se van.
Obsérvese como ahora las obras y sus financiamientos son calificados como producto de la buena disposición de un solo individuo con investidura de poder, en vez de ser beneficios que provienen de la aportación popular y son bien administrados. Usar el dinero público para convertirlo en tesoro personal que se destina a obras consideradas como si fueran particulares, distorsiona la realidad y nos impide el desarrollo económico, político y social con un sentido de moderna honestidad.
Recuérdenlo, estamos con el tiempo encima y no podemos detenerlo. Cualquier atraso o desviación, significará generaciones de mujeres y hombres traicionados.
EL TAXISMO AMAFIADO
Un sector bien localizado de choferes de taxis y/o concesionarios de ese servicio forman una masa que lo mismo sirve para un barrido que para un trapeado.
Acostumbrados a obedecer consignas por encargo con la promesa de obtener a cambio concesiones de transporte urbano e impunidad permanente, lo mismo han formado “porras” en eventos de campañas electorales que “caravanas” para el acarreo de personas que “rellenan” los escenarios de mítines políticos o actos de protesta.
A mediados de la semana que termina, los choferes de una veintena de vehículos de alquiler tuvieron ante sí la oportunidad de quedar bien con el que manda cuando la policía de tránsito municipal no descubrió a tiempo el hilo de la estratagema preparada como parte de la lucha política que se vive en nuestro estado desde ahora.
Alguien fue a estacionar un “taxi” encima de la banqueta en la transitada avenida Universidad. Otro “alguien” avisó del suceso a la corporación encargada de facilitar el paso de vehículos y peatones por esa rúa y se desató el “san quintín”. Por supuesto, esa avenida no es cualquier rincón escondido de la ciudad.
El taxi que ocupó la banqueta misteriosamente no portaba placas y su chofer no traía licencia ni documentos que acreditaran el servicio. Es decir, un vehículo anónimo con un chofer irregular.
Apenas apareció la primera patrulla para corregir el asunto, aparecieron una veintena de vehículos más para proteger a su compañero. La maniobra estaba clara y los jefes de tránsito no quisieron dar marcha atrás. Cargaron con el vehículo y detuvieron a varios choferes rijosos.
El aplauso del respetable, que para esas horas ocupaba lugares preferentes en la escena, calificó la situación en favor de la autoridad. Podría decirse que hasta ahí todo había concluido. Faltaba, sin embargo, ver atrás del telón.
El titiritero mayor quiso poner en aprietos al alcalde Enrique Galindo Ceballos para restarle bonos delante de la gente. Pero no supo armar el tinglado. Le sobraron piezas y los actores no iban preparados. Imponer la ley de tránsito del estado es facultad de las corporaciones municipales y sus correspondientes estatales, la Guardia Civil Estatal, quienes no aparecieron ni de chiste.
Tampoco aparecieron los inefables “inspectores” de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del estado porque sólo lo hacen cuando se trata de “choferes y vehículos de aplicación”. Ni siquiera para enterarse del “qué” y menos del “cómo”.
No sé cuántos taxistas tuvieron que calentar cemento en las celdas municipales, pero no se fueron limpios. Las unidades enviadas al corralón deberán pagar las multas si quieren volver a circular.
Es decir, no fue un evento fortuito, pero sí mal preparado. Quisieron ponerle un “cuatro” al alcalde y su gente, y salieron trasquilados. No es bueno burlarse de la desgracia ajena, pero va siendo hora, sin duda, de que la autoridad meta en cintura a esos revoltosos choferes que obedeciendo órdenes de su patrón hacen de la vía pública un circo para imponer su maquiavélica voluntad.
Si ya están identificados y son “amigos” de ya saben quién, vale la pena tenerlos en cuenta para cancelar toda su permanencia en un servicio que nada tiene que hacer en materia política. Podría ser.
EL COTARRO POLÍTICO
En su primer visita al estado como presidenta de la república, la doctora claudia Sheinbaum Pardo conoció los avances en materia de bienestar en Santa María del Río, y de paso verificar los avances de los proyectos de obras en la Huasteca, como el aeropuerto de Tamuín, la autopista de Tamazunchale a Pachuca y la autopista de Ciudad Valles a Tampico… Se ha ido don Jacobo Payán Latuff… Ya forma parte de un grupo de hombres con merecimientos para conservar sus figurar en el “Paseo de los potosinos ilustres” en el Parque Tangamanga I… Ahí faltan las esculturas de potosinos generosos que amaron este valle del Gran Tunal para transformarlo… Don Miguel Valladares García, don Roberto García Maldonado… El abogado Ernesto Báez Lozano en el mundo cultural… El abogado Alfonso Lastras Ramírez y la abogada Socorro Blanc Ruiz, primera alcaldesa de San Luis… Sea pues… Otra buena acción. El gobernador Ricardo Gallardo Cardona entregará pronto la vía de comunicación que conectará con el Eje 122 de la zona industrial para desahogar el tráfico hacia esa área… Dice el terrible Manolo que ¡ya es hora!... HASTA LA PRÓXIMA.
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