/ domingo 12 de mayo de 2019

San Luis de Primera

El ascenso del Atlético de San Luis a la Primera División del futbol profesional en México, es una muestra de que cuando se piensa en grande se alcanzan grandes cosas. San Luis está para eso, para grandes cosas.

El empresario Jacobo Payán Latuff, como desde hace 52 años, se convirtió una vez más en el artífice de los triunfos y logros del futbol profesional en San Luis, al ser el articulador del proyecto para que el Atlético de Madrid invirtiera en el equipo potosino.

Sus relaciones en el ámbito empresarial y futbolístico, el ser propietario de la franquicia de la división de Ascenso y por supuesto, ser el dueño del estadio al que él bautizó como Alfonso Lastras en homenaje a su amigo que fue, entre otras cosas, rector de la UASLP, fueron fundamentales para que los españoles confiaran y decidieran tener un socio de esos alcances.

Cuando la familia Gil, dueña de los colchoneros madrileños, buscaba un socio en México, varios levantaron la mano en distintas ciudades, incluso con el apoyo de gobiernos estatales, pero los españoles eligieron a Payán y a los potosinos, por historia, afición, estadio y futuro. Y eso que el equipo en ese entonces estaba parado.

Aquí en San Luis es muy común que todo mundo opine y saque provecho del fútbol pero nadie le invierte un solo peso, ni siquiera el Gobierno. Critican, exigen y se cuelgan medallas pero son incapaces de comprar siquiera un boleto porque hasta ese piden regalado, como algunos de los “grandes” empresarios, los dirigentes de cámaras empresariales y los reaccionarios de siempre que hasta lo que no se comen les hace daño.

En Octubre 27 de 2017 cuando el reportero Roberto Mirabal publicó en exclusiva en El Sol de San Luis que el equipo potosino estaba cerca de volver al fútbol profesional, tras tener la franquicia detenida un año y que sería de la mano del Atlético de Madrid, las burlas no se hicieron esperar. Nadie de quienes hoy se adjudican, aunque sea algo de los logros, creyó, apoyó o impulsó el proyecto.

Afortunadamente quienes toman las decisiones, se dedicaron a afinarlo. Jacobo Payán y el empresario Carlos López Medina le hicieron ver al gobernador Juan Manuel Carreras que el Atlético de San Luis en el largo plazo, sería un proyecto más rentable para San Luis Potosí, en términos de inversión, turismo e ingresos que la misma BMW o cualquier otra empresa de moda.

Y así fue. Se firmó un contrato por 20 años en el que los españoles administrarán el equipo y el estadio. Y el resto de la historia ya se conoce.

La propuesta que ha hecho la gente del fútbol y esto incluye a ex futbolistas profesionales, líderes de porras, ex directivos, empresarios y periodistas especializados, de que el estadio cambie de nombre por el de “Jacobo Payán Latuff”, es más que acertada, justa y a tiempo.

Acertada y justa, porque si alguien merece que cada que se hable de fútbol se mencione su nombre para recordar por qué hay equipo y de primera división, además, es precisamente Jacobo Payán y a tiempo, porque hoy más que nunca los reflectores están en San Luis gracias al fútbol y es momento de proyectar la aportación que este empresario le ha hecho al fútbol y a los potosinos en general, en otros ámbitos como el empresarial, comercial y altruista.

El malinchismo es muy común entre cierto sector de los potosinos. La desinformación sobre las trayectorias personales lamentablemente es lo que nutre las “opiniones” en redes sociales. La envidia de algunos empresarios, que solo les alcanza para andar pidiéndole favores al gobierno, se refleja en sus huecos posicionamientos, sin embargo, por encima de todo eso están las personas que hacen mucho por su estado y que, aunque no lo pidan, merecen el reconocimiento de quienes valoran sus logros y les dan su justa dimensión.

Hoy el Atlético de San Luis es de primera, San Luis Potosí es también un estado de grandes logros bajo la actual administración carrerista y solamente falta que algunos sectores de nuestra sociedad se coloquen a la altura, para que puedan disfrutar de todo lo logrado, aunque se resistan a reconocerlo.

EL AEROPUERTO HUASTECO

Hay amplias expectativas de que a finales de este mes la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Federal (SCT) adopte una postura en torno a la construcción de un aeropuerto en la huasteca potosina, según se desprende de las gestiones que realiza el gobernador Juan Manuel Carreras López con diversos funcionarios encabezados por el titular Javier Jiménez Espriú.

Hasta ahora no se tiene alguna estimación de su costo, ya que todo depende del sitio que se elija para empezar a realizar el proyecto ejecutivo que va a catapultar a la huasteca potosina a los ámbitos turísticos mundiales y no es para menos, ya que sus bellezas naturales son verdaderamente impresionantes, por ello cuenta con dos Pueblos Mágicos, Aquismón y Xilitla.

Para nadie es un secreto que desde el inicio de la administración del gobernador Juan Manuel Carreras le entró la inquietud por insertar a San Luis Potosí entre los estándares turísticos más importantes de México y solamente se puso a trabajar hasta lograr atraer la atención de Enrique de la Madrid Cordero, entonces Secretario de Turismo y de ahí a la fecha no para en busca de gestiones que sean innovadoras para atraer más inversiones de la también denominada “industria sin chimeneas”.

Carreras López tiene una ventaja que es indiscutible, cuenta con la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador. El Presidente conoce su trabajo y en foros lo recomienda, le abre puertas y esto es trascendental para la vida política y económica de la entidad.

Afortunadamente ya no falta mucho para que se tome en la SCT la determinación de lo que se va a hacer en la huasteca potosina para impulsar su crecimiento turístico, aunque lo más viable es construir nueva infraestructura, equiparla con todos los servicios y tecnología de punta, escribir otra historia.

Otra opción que se tiene en consideración es ampliar solamente las instalaciones del aeropuerto existente en el municipio de Tamuín, a 20 minutos de Ciudad Valles. Hacer más grande su pista de aterrizaje, modernizar su torre de comunicaciones y crearle infraestructura exterior.

Sin embargo, no parece tan viable, de acuerdo con la mentalidad del presidente López Obrador. Le gusta innovar, crecer de manera uniforme, abrir nuevas posibilidades de desarrollo, pero sin derrochar recursos económicos, es por ello que, al parecer, Ciudad Valles, la Puerta Grande de las Huastecas, es el punto acertado.

@lozano_ray