*Los dejaron sin el apoyo
*Cobran cien a los boleros
QUE BÁRBAROS.- Mientras los políticos, diputados, funcionarios, burócratas, etcétera están en sus casitas, comiendo y durmiendo y viendo pelis, los ciudadanos que viven al día tienen que salir a trabajar y a exponerse a los contagios por el coronavirus, pero no hay de otra. Hay quienes consideran que por eso sería importante que se gaste en aplicar pruebas de detección de probables contagios del Covid-19 en las diversas zonas de la mancha urbana y no esperar a que la gente se infecte.
SIN RECURSOS.- No toda la población tiene los recursos económicos para estar en cuarentena en su casa y si salen es por necesidad, sin embargo debe haber medidas principalmente de la sana distancia, pero se observa que aun hay mucha desinformación entre la población, de otro modo no se explica el por qué, hay familias completas que andan en la calle con todo y niños o bien acuden a los mercados sobre ruedas o las clásicas pulgas, sin ninguna protección. Hace falta fortalecer y desde luego aplicar el sistema mediático que requiere toda crisis.
LIDER VISIONARIO.- Una cosa ha quedado clara con la pandemia, hay cosas que los potosinos no necesita, entre ellas, los partidos políticos, los diputados, los burócratas, los consejos electorales, ni locales, ni federales, los funcionarios y ya hay quien pide que se haga una limpia a fondo y se quite a tanto holgazán que solo engorda la nómina y se lleva el presupuesto en salarios, cuando esos recursos hacen falta para más hospitales, escuelas, universidades, centros de abasto, transporte público digno, mejores calles, agua potable en los grifos, etcétera. Ojalá y que en el futuro de San Luis Potosí, haya un líder visionario que haga ese cambio.
DESINTERÉS.- Ninguna administración ha enfocado sus esfuerzos a las verdaderas necesidades de los potosinos, entre ellas el suministro de agua potable. Se ha privilegiado a la burocracia con altísimos salarios en los organismos administradores y lo peor, están dedicados a proteger y a dar el líquido a todos menos a los ciudadanos, que son los que mantienen el grueso de su operación. Es vergonzoso que los potosinos paguen el líquido, pero aparte tengan que gastar en agua potable para tomar ¿y las autoridades? Pues en campaña en busca de otro hueso político, ¿dónde más?
ABUSIVO.- Los aseadores solicitarán que el alcalde intervenga para que ya no tengan que pagar por su renta. Resulta que varias de ellas pertenecen a un solo propietario, que les exige cien pesos diarios por su alquiler, y no consideran justo trabajar todo el día para hacer ganar a un ex bolero que su mayor esfuerzo es ir por el pago de la renta, diariamente.
SOLO LIDERES.- Hay comerciantes del tianguis de Las Vías que no pertenecen a ninguna organización de las que tienen alianzas políticas con el ayuntamiento de la capital y por lo tanto, no se les han entregado apoyos de la alcaldía. Estas familias afectadas siguen manifestándose y ayer bloquearon calles, por lo que la salida mas fácil fue acusarlos de “gallardistas” y descalificar así su legitima lucha. Qué lamentable que una autoridad se comporte así con potosinos.
SIN CONTROL.- La Policía Municipal de la capital ha sido rebasada por la delincuencia, pues mientras se cometen homicidios, robos y asaltos, la autoridad se la pasa echando culpas y evadiendo su propia responsabilidad. Patrullas rentadas, 400 millones en alumbrado público y todo el respaldo de la Guardia Nacional, son insuficientes para contener la inseguridad que ya es injustificable.
DENUNCIA CIUDADANA.- En Puerto de Acapulco y Puerto de Mazatlán, Colonia El Aguaje, vecinos piden que se pavimente la zona, anteriormente ya habían solicitado a las autoridades que les ayuden con este problema porque en temporada de lluvias esta calle se inunda, y cuando el agua baja se vuelve un lodazal y esto hace que sea difícil cruzarla.
EN LA JULIAN CARRILLO.- Vecinos de la colonia Julián Carrillo reportan que desde hace tiempo está a obscuras el jardín principal de ese sector, lo que es aprovechado por grupos de vagos para hacer de las suyas, durante la contingencia sanitaria. Algunos, para “matar el aburrimiento”, van y patean algunas de las viviendas, por lo que se han convertido en una molestia para el vecindario.