Contra lo que se maneja tan insistentemente en las encuestas sobre la inseguridad que hay en San Luis Potosí, en donde se dice que un alto índice de la población no se siente segura en su ciudad, el “puente” largo del día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos resultó un buen parámetro para entrar en reflexión.

Resulta que los cementerios públicos y privados iniciaron actividades desde temprana hora y concluyeron, algunos, hasta la media noche, en una celebración muy tradicional en donde hubo de todo, música, vino, lágrimas, reclamos y al final, todos felices.

Las visitas se contaron por millares de familias, en donde se observaron los contrastes de siempre, las tumbas más humildes, rodeadas de familiares con lonches, flores y hasta tequila, mientras que un gran número de mausoleos de dinastías de la más alta sociedad permanecieron en la más absoluta soledad.

El meollo del asunto es que todo mundo, como en otras celebraciones, anduvieron hasta las primeras horas del día siguiente seguros, sin peligro, lo que es un indicativo muy claro de que los operativos que implementaron los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, fueron eficaces.

Esto no significa que estemos salvados de pasar por algún trago amargo, derivado del alto consumo que hay de drogas de todo tipo combinadas con bebidas embriagantes. Hay a quien le gusta perder la conciencia, volverse loco después de consumir peligrosos cocteles, sin embargo, el núcleo de la sociedad, la familia, se preserva generalmente intacto.

En fechas como el 1º. y 2 de noviembre no se aprecia lo que dicen las casas encuestadoras, algunos, de plano “se cuelgan”, que 8 de cada 10 habitantes de esta capital no se sienten seguros. Eso sí, viernes, sábado y domingo, sálgase usted de su casa a las 2 ó 3 AM y váyase al río Santiago, al distribuidor Juárez y carretera 57 y parecen las 10 de la mañana.

¿De dónde no se sienten seguros?

Es indiscutible que la ciudad, con su crecimiento inusitado debido a la industrialización, tiene lo que se merece, un choque cultural al que los potosinos de nacimiento no se acaban de acostumbrar. Hay mucha gente de otros estados que busca un lugar aquí y tiene otras costumbres, muchos de ellos con antecedentes penales peligrosos y nadie se ha percatado.

Todavía es extraño ver circular carros con placas de estados que nunca pensábamos como Durango, Chiapas, Tabasco, sin embargo, los hay, y a pesar de ello, la ciudad permanece tranquila, como en todas partes, salir en las noches requiere de ciertas precauciones, como siempre, pero no llegamos a los niveles que nos presentan algunas encuestadoras, prueba de ello, el “puente” del 1º. y 2 de noviembre, en el que fuera de las travesuras de los “malosos” de siempre, la ciudad estuvo tranquila, en orden, eso sí, muy sucia.

GRAN ALIANZA DE PROTECCION A MIGRANTES

La apertura de la oficina del Consulado General de Guatemala en San Luis Potosí abre una ventana más de oportunidades para que el Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, disponga de otra herramienta para ayudar a los inmigrantes de ese país que pasan por esta capital en su paso hacia los Estados Unidos de Norteamérica en busca de alguna oportunidad de trabajo.

Todo un problema muy nebuloso, el asunto de los migrantes rebasa cualquier capacidad de gobierno para llevarlos a programas de ayuda, vamos, ni la Casa del Migrante edificada en el sexenio del gobernador Fernando Toranzo Fernández cuenta con una solución tangible, sólo es un apoyito en el camino.

En este caso, el gobierno de Guatemala, que encabeza Jimmy Morales tiene la política de abrir oficinas en cualquier nación que sirva para ayudar a sus connacionales en su trayecto hacia el norte del hemisferio y San Luis Potosí se ubica en su ruta migratoria, por ello, el Gobernador Carreras López y la esposa del presidente guatemalteco, Hilda Patricia Marroquín Argueta de Morales inauguraron esas instalaciones en la avenida Carranza, que deberá de entregar buenos resultados a muy corto plazo, ante una migración que se cuenta por miles diariamente.

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