Algo le está pasando al alcalde de la capital Enrique Galindo Ceballos para resolver con eficacia una serie de problemas que se van presentando mientras transcurre su administración, tal vez por la incapacidad de la gente con la cual se rodea como el caso de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y algunas otras áreas de la administración municipal.
La semana que transcurrió, fue de auténtica pesadilla para el Presidente Municipal capitalino pues fue ampliamente señalado por la incapacidad para evitar una desgracia como el ataque perpetrado a civiles durante un baile clandestino en el barrio de Tlaxcala, donde hubo muertos y heridos ante la complacencia de las autoridades municipales, no solo hablando de la policía preventiva, sino de Comercio y Protección Civil que hicieron ojo de hormiga, pues para que estos eventos se realicen, se necesita de la anuencia respectiva.
Días después, otro incidente que afortunadamente no registró la misma gravedad que el anterior, fue el que se suscitó entre vecinos cercanos al templo de el Señor de El Saucito contra elementos de la policía municipal como resultado de las protestas que los primeros mantienen contra la realización de las obras para construir un paso a desnivel frente al histórico inmueble que la administración de Enrique Galindo quiere realizar sí o sí.
Y si esto no fuese suficiente, un elemento de la corporación municipal a bordo de una camioneta, arrolló a un joven de una escuela secundaria provocándole severas lesiones al conducir a exceso de velocidad en una zona escolar en la que, por cierto, existe cero infraestructura vial como puede ser la colocación de reductores de velocidad, que habían sido solicitados según vecinos del lugar, desde hace varios meses a la autoridad municipal.
Las acciones tomadas por el alcalde en el caso del baile, fue cesar a un jefe policiaco, seguido de un exhorto a retomar el diálogo con los vecinos inconformes de El Saucito y finalmente según trasciende, colocar topes en la zona escolar donde se registró el lamentable accidente del joven estudiante, mientras los habitantes de la capital, esperan un poco más.
A Galindo Ceballos le está faltando tal vez, demostrar que cuando se necesite hacerlo, actuarácon mano dura para dar un mensaje claro de que en su gestión al frente de la comuna, no se van a permitir excesos ni actos de corrupción de parte de cualquier servidor público o en su defecto ser enérgico para aplicar la ley, pero tal parece que ha quedado a deber en este tema.
La imagen del edil, parece precipitarse luego de que en algunas evaluaciones sobre su desempeño, no le fue tan mal en cuanto a la opinión de algunos sectores de la capital, pero desde que empezó el problema de la falta de agua en donde presentó posteriormente su Plan Emergente de Abastecimiento, las cosas no han marchado del todo bien y ha habido cierto descontento por las decisiones que ha tomado para intentar paliar los efectos de una crisis hídrica cargada de inconsistencias pues en varias colonias persiste el problema del agua.
A esto se suma los eventos de inseguridad anteriormente mencionados, donde no ha logrado cumplir con la tarea que le toca a su gobierno a través de la corporación municipal, que es la de la prevención del delito mientras buena parte de su agenda la ocupa en atender cuestiones partidistas o de paseo en otros lugares fuera de San Luis Potosí.
Hay en la visión del alcalde, una clara intención de buscar ampliar su permanencia al frente del gobierno de la capital, pero con estos prietos en el arroz su objetivo puede verse mermado si no recompone en menos de un año e incluso tal vez menos, el camino ante la serie de errores que se están presentando en su gestión, especialmente en el tema del agua y en la seguridad, ya que la paciencia de las y los potosinos, se agota.
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