/ domingo 6 de octubre de 2024

Opinión / ¿Sabes por qué la gente no te reconoce?

¡Viva la Reyna! Y aunque la esencia del rey permanece, el tiempo se fue y está sin estar en este sui generis cambio de gobierno, tal vez para unos es el inicio de la segunda de la cuarta transformación y para otros la continuidad de más de lo mismo, lo importante es que a todos nos vaya bien, a todos los ciudadanos en beneficio del pueblo y de todos, ¡porque todos somos pueblo hermano!. Soy mujer y feliz estoy porque haya Presidente mujer y no Presidente, más no por una cuestión de géneros únicamente, pues no es privilegio de género ni la inteligencia, ni la sabiduría, sino los conocimientos, formación y cultura, así que esperamos mucho de ella que no la tiene fácil y, como esta semana fue de altibajos para mí y para todos, como a todos nos sucede, de repente despertamos en realidades no aprendidas por la época que nos tocó crecer y pasar una juventud de buenas costumbres donde el dar era parte del ser más que el recibir. Maravilloso ayudar al prójimo que más lo necesita, fabuloso constatar que verdaderamente lo necesita y que quien da pueda seguir sosteniendo la dádiva, entonces ¿por qué la gente no reconoce lo que haces por ellos? porque la primera vez que haces algo por alguien generas gratitud en la persona según el muy atinado Mario Venuti, sin embargo, la segunda vez que lo haces o le das a alguien, generas anticipación creando en la persona la esperanza de recibir nuevamente y como la segunda no fue suficiente regresas a dar y en la tercera, que no es la vencida ya generaste expectación haciendo que la persona todavía espere recibir lo que le diste y como una vez iniciando el círculo no hay llenadero, en la cuarta vez generas mérito, o sea, que la persona o grupo de personas que reciben se sienten merecedores de lo que les estás dando, y ellos por supuesto, lo que quieren es seguir recibiendo y como el quinto nunca es malo pues hete ahí que a la quinta vez ya creaste una adicción y se pierde el honor y la dignidad de ser por tener o recibir y resulta que esa persona o personas sienten que ya no pueden vivir bien sin lo que se les da convirtiéndose en pedicheros y no generadores del hacer para tener, porque se sienten mimados sin necesidad de reciprocidad y menos de agradecimiento, así que cuando el que da no tiene para seguir dando o se cansa de dar, los malcriados que creaste se resienten contigo porque les estás negando lo que creen necesitar y terminan odiándote porque dejaste de darles lo que le hacías creer que merecían.

Por eso recuerda que el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila, aprendamos como personas y autoridad cuál es el límite al dar porque el otro o los otros no conocen límites a la hora de recibir.

Y esta lógica es tan simple que raya en el sentido común de comprender que sin un espejo jamás podrás verte las orejas, así que sin dinero o sin deseo de seguir dando, las dádivas terminan, a menos que seas perro no podrás respirar por la nariz con la lengua de fuera y como no soy veterinario desconozco si lo que digo sobre los perros es verdad o mentira, por lo que espero que la mata siga dando para que siga habiendo dádivas, aunque creo que como dicen en la Biblia es mejor enseñar a pescar que darles los pescados a menos que seas iluminado y puedas hacer milagros. Y si eres tan crédulo como yo y muchos, te aseguro que sacaste la lengua y te has dado cuenta que sí puedes respirar por la nariz aunque tengas la lengua de fuera, así que no creas todo lo que ves, lees o te dicen pues todo es según el color del cristal con que se mira, procura ver y mirar con tus ojos y no los del vecino, construye tu realidad y ayuda a construir un mejor país y si lo haces mándame tus logros y comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx gracias