/ viernes 22 de noviembre de 2024

Opinión / La política para el bien común

Los presupuestos que vienen: el reto de priorizar el bienestar ciudadano

Estimadas y estimados lectores, los presupuestos de egresos son mucho más que un ejercicio técnico o un documento administrativo. Son el reflejo de las prioridades y compromisos de un gobierno con su población. En San Luis Potosí, tanto a nivel estatal como en los 59 municipios, el análisis de los próximos presupuestos será crucial para garantizar que los recursos disponibles se traduzcan en soluciones reales a las necesidades de la ciudadanía, especialmente en un contexto de grandes desafíos financieros y sociales.

Un presupuesto eficiente y bien planeado debe enfocarse en atender las necesidades esenciales: salud, seguridad, educación, desarrollo social y medio ambiente. Sin embargo, la experiencia nos ha mostrado que muchas veces estos documentos no son diseñados bajo un enfoque técnico que priorice el bienestar ciudadano. En lugar de responder a diagnósticos claros y objetivos, suelen estar moldeados por intereses políticos, cálculos electorales y una visión limitada que perpetúa desigualdades.

La situación se agrava aún más al observar la propuesta del presupuesto federal para 2024, que parece diseñada desde la desconexión con las realidades del país. Los recortes significativos en sectores clave como la salud, la seguridad y el medio ambiente no solo resultan preocupantes, sino que demuestran una irresponsabilidad alarmante del actual gobierno federal. Es incomprensible que áreas tan estratégicas reciban cada vez menos recursos cuando enfrentan retos crecientes y demandas insatisfechas.

El sistema de salud, por ejemplo, sigue colapsado en varias regiones del país, incluida nuestra entidad. Las promesas de un sistema robusto y gratuito han quedado en el aire, mientras hospitales y clínicas carecen de medicamentos, equipo y personal suficiente. En materia de seguridad, el presupuesto parece ignorar la crisis de violencia que enfrentamos, dejando a las fuerzas locales con recursos limitados para proteger a la ciudadanía. Y en el ámbito ambiental, los recortes profundizan la inacción frente a problemas como la contaminación de ríos, la deforestación, la mala calidad del aire que respiramos o el manejo de residuos sólidos urbanos.

En este contexto, el gobierno estatal y los municipales tendrán que asumir un papel más activo y responsable. Es imperativo que el presupuesto de San Luis Potosí y sus municipios se diseñe con una visión clara, priorizando aquellas áreas que impactan directamente en la calidad de vida de las personas. Los recursos deben dirigirse a fortalecer los servicios básicos, generar oportunidades de desarrollo y atender las demandas históricas de la población. Además, es crucial que los presupuestos cuenten con un análisis técnico riguroso que garantice la eficiencia en el gasto y la transparencia en su ejecución.

La ciudadanía también debe involucrarse en este proceso, exigiendo cuentas claras y resultados concretos. Los presupuestos no son dinero de los gobiernos, sino recursos públicos que pertenecen a todos. Su correcta asignación y ejecución no es solo una responsabilidad de las autoridades, sino también un derecho que debemos reclamar como sociedad.

En San Luis Potosí, los presupuestos que vienen no solo definirán el rumbo de nuestro estado en el próximo año, sino también la capacidad de nuestras autoridades para responder a las verdaderas prioridades de la población. Es momento de exigir que se actúe con responsabilidad, visión y compromiso. Porque, al final, un presupuesto no solo refleja números, sino el grado de empatía y sensibilidad que un gobierno tiene con su gente.

Muchas gracias por su atención y lectura. Sigámonos cuidándonos por favor. Nos leemos en quince días.

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