/ domingo 10 de noviembre de 2024

Opinión / Ahora me retiro

Quien no camina por los tejados de la vida como gato, con cuidado, en este mundo podrá tropezar, porque este mundo actual a veces camina lento y en otras tan rápido que no tenemos tiempo de razonar.

Así, de nuevo, hubo elecciones en México y Estados Unidos y presidentes nuevos tenemos aunque no tan nuevos y más bien muy conocidos y en una esquina tenemos en el país del norte nuevamente a Donald Trump como Presidente de ese país y con eso, regresamos al “Trumpismo” y como mexicanos de aquí y allá nos tocará lidiar y navegar acorde a las olas y, a nuestra flamante Presidente Claudia Sheinbaum, también le tocará lidiar con él.

Así que por eso, ¡Hoy! me llegó el tiempo de la retirada o mejor dicho del retiro, ¡Hoy! Me retiro, aunque espero no tan pronto retirarme de este mundo que cada día se convierte para mí, en un misterio con secretos inenarrables del presente y el pasado, tan segura estoy de eso como del misterio que es la eternidad, porque en ocasiones, así me siento, en la eternidad del no sé qué pasa y aunque mi cuerpo es mortal y envejece cada día, cada día que pasa veo que somos tan frágiles como los acontecimientos que vivimos, es por eso que partir de hoy me retiro, me retiro con respeto y valoro quién soy, dejo atrás sin remordimiento alguno mi pasado con todos los errores, aciertos y desaciertos, me retiro de complacer para merecer o tener un sentido de pertenencia, por eso es ¡ahora o nunca!, el momento de mi retiro.

Me retiro de las personas tóxicas que a mi vida aportan sólo conflictos o repelos, me retiro de aquellos que juzgan y critican sin aportar soluciones, de aquellos a quienes nada les parece y siempre encuentran el prietito en el arroz. Me retiro de quienes sólo me buscan cuando necesitan soluciones a sus males, de las quejas y los quejumbrosos, de los muertos en vida y de los perfectos, de reuniones sin trascendencia y de fiestas por compromiso, de abrazos forzados y amores desgraciados sin importar quien sea, me retiro de relaciones que me hagan llorar o recordar lo mal que he vivido o he educado, del silencio forzoso y el exceso de verborrea, de la gente grosera, de la indiferente, de lo sofisticado y de lo falso, de lo complicado y del qué dirán, porque ahora sé, mejor que nunca, que deseo vivir a plenitud aún siendo imperfecta, vivir sintiendo el sol cada día aún en invierno, del fresco de la mañana, de mi cuerpo y las canas y arrugas que aparecieron con los años, del paso del tiempo con todas sus huellas, de mis pasos porque son firmes aún en arenas resbaladizas, de la sabiduría que los años dan más que el conocimiento, del saber aunque no me entere de lo que sé, del perdón y el olvido, del poder elegir, del pasar haciendo camino.

Porque, al final de la vida lo que importa es lo vivido por ti y en ti y el mundo sigue y seguirá conmigo y sin mí, contigo y sin tí, por eso, fluye dejando pasar, vive creando salud, dando amor sin juzgar y con un ego sano para decirle a la vida que no me debe nada, reconociendo que fui deseada y elegida para vivir y estar aquí, que nada debo y nada me deben porque soy libre y a nada me aferro, mis apegos son de pertenencia, más, si a nadie le pertenezco sólo diré como el poeta al final de la vida: ¡ Vida nada me debes, Vida estamos en Paz! Si usted como yo pertenece al grupo de vivir y no de vividores, mándeme sus comentarios.

angeldesofia@yahoo.com.mx

Quien no camina por los tejados de la vida como gato, con cuidado, en este mundo podrá tropezar, porque este mundo actual a veces camina lento y en otras tan rápido que no tenemos tiempo de razonar.

Así, de nuevo, hubo elecciones en México y Estados Unidos y presidentes nuevos tenemos aunque no tan nuevos y más bien muy conocidos y en una esquina tenemos en el país del norte nuevamente a Donald Trump como Presidente de ese país y con eso, regresamos al “Trumpismo” y como mexicanos de aquí y allá nos tocará lidiar y navegar acorde a las olas y, a nuestra flamante Presidente Claudia Sheinbaum, también le tocará lidiar con él.

Así que por eso, ¡Hoy! me llegó el tiempo de la retirada o mejor dicho del retiro, ¡Hoy! Me retiro, aunque espero no tan pronto retirarme de este mundo que cada día se convierte para mí, en un misterio con secretos inenarrables del presente y el pasado, tan segura estoy de eso como del misterio que es la eternidad, porque en ocasiones, así me siento, en la eternidad del no sé qué pasa y aunque mi cuerpo es mortal y envejece cada día, cada día que pasa veo que somos tan frágiles como los acontecimientos que vivimos, es por eso que partir de hoy me retiro, me retiro con respeto y valoro quién soy, dejo atrás sin remordimiento alguno mi pasado con todos los errores, aciertos y desaciertos, me retiro de complacer para merecer o tener un sentido de pertenencia, por eso es ¡ahora o nunca!, el momento de mi retiro.

Me retiro de las personas tóxicas que a mi vida aportan sólo conflictos o repelos, me retiro de aquellos que juzgan y critican sin aportar soluciones, de aquellos a quienes nada les parece y siempre encuentran el prietito en el arroz. Me retiro de quienes sólo me buscan cuando necesitan soluciones a sus males, de las quejas y los quejumbrosos, de los muertos en vida y de los perfectos, de reuniones sin trascendencia y de fiestas por compromiso, de abrazos forzados y amores desgraciados sin importar quien sea, me retiro de relaciones que me hagan llorar o recordar lo mal que he vivido o he educado, del silencio forzoso y el exceso de verborrea, de la gente grosera, de la indiferente, de lo sofisticado y de lo falso, de lo complicado y del qué dirán, porque ahora sé, mejor que nunca, que deseo vivir a plenitud aún siendo imperfecta, vivir sintiendo el sol cada día aún en invierno, del fresco de la mañana, de mi cuerpo y las canas y arrugas que aparecieron con los años, del paso del tiempo con todas sus huellas, de mis pasos porque son firmes aún en arenas resbaladizas, de la sabiduría que los años dan más que el conocimiento, del saber aunque no me entere de lo que sé, del perdón y el olvido, del poder elegir, del pasar haciendo camino.

Porque, al final de la vida lo que importa es lo vivido por ti y en ti y el mundo sigue y seguirá conmigo y sin mí, contigo y sin tí, por eso, fluye dejando pasar, vive creando salud, dando amor sin juzgar y con un ego sano para decirle a la vida que no me debe nada, reconociendo que fui deseada y elegida para vivir y estar aquí, que nada debo y nada me deben porque soy libre y a nada me aferro, mis apegos son de pertenencia, más, si a nadie le pertenezco sólo diré como el poeta al final de la vida: ¡ Vida nada me debes, Vida estamos en Paz! Si usted como yo pertenece al grupo de vivir y no de vividores, mándeme sus comentarios.

angeldesofia@yahoo.com.mx