4T estimó 4 mil muertos por Covid, van más de 35 mil
A mediados de marzo durante una reunión con Senadores, el Subsecretario de Salud del Gobierno Federal Hugo López-Gatell, pronosticó que en México habría 4 mil muertos por Coronavirus; sin embargo, al concluir la segunda semana de julio nuestro país suma 35 mil decesos y México ya ocupa el cuarto lugar mundial en fallecimientos.
Queda claro que hacer valoraciones y enfrentar la crisis sanitaria por la pandemia se ha convertido en un desastre para el gobierno de la Cuarta Transformación; para variar, el inquilino de Palacio Nacional tiene otra percepción de la realidad y por supuesto tiene otros datos. Según el Presidente de la República, el Covid-19 va a la baja y está perdiendo intensidad.
Ante el derecho de estar bien documentados, el mandatario cuestionó la labor de los medios de comunicación a los que acusó de mal informar además de llamarlos alarmistas y conservadores. Reprochó que estén comparando a México con otros países y acusó que no es como lo dieron a conocer.
También señaló que esos medios conservadores han emprendido una campaña de desprestigio contra Hugo López-Gatell al que llamó un profesional y aseguró que las cosas no han sucedido como los detractores quisieran. Quizás más de 35 mil muertos le parecen pocos.
En este caso yo esperaría del mandatario más empatía con las familias que han perdido un ser querido, sin embargo se sigue empeñando en dividir y denostar a los que no coinciden con su visión de gobierno. También habría que resaltar que países que tienen 10 veces más población que México como China y la India reportan menos fallecidos por Coronavirus.
El Covid-19 también ha dejado en evidencia los recortes que ha hecho el Gobierno Federal y la vulnerabilidad en la que se encuentra el sistema de salud, inclusive antes que la pandemia apareciera en China.
Con la cifra de muertos, resulta muy desafortunado que se haya dicho que el Coronavirus cayó como anillo al dedo para afianzar la Cuarta Transformación.
Por lo pronto ya tendrá a quien echarle la culpa porque el país no crecerá económicamente al 4 por ciento como lo prometió en campaña o porque no se lograrán generar los 2 millones de empleos que aseguró en meses pasados.
Al desastre que se está convirtiendo el manejo de la crisis sanitaria hay que sumarle por supuesto el económico que ha dejado miles de desempleos como nunca en la historia de este país.
En lo particular desde el Congreso de la Unión seguiremos pugnando porque se privilegien las políticas públicas a favor del empleo y la salud de los mexicanos, aunque el presidente está más interesado en impulsar sus obras como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía.