Aunque el Gobierno Federal consideró que la pandemia del Covid-19 le caía como anillo al dedo para consolidar la Cuarta Transformación, a 9 meses que inició la crisis sanitaria en el país, hay muy poco celebrar.
Considerar que la crisis económica derivada del Coronavirus iba a ser transitoria, ayudaría a combatir la corrupción y fortalecería la lucha para que haya justicia en el país, resultó ser una declaración poca afortunada y muy alejada de la realidad.
El Covid llegó en el peor momento, porque puso en evidencia una administración federal que ha sido incapaz de generar las condiciones mínimas de certidumbre. La espiral de errores inició con la cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto y a esto le siguió la fuga de capitales e incertidumbre entre los inversionistas quienes generan empleo de millones de mexicanos.
Los berrinches y las ocurrencias nos han costado muy caro. En el país ya padecíamos un desplome económico antes de la llegada del virus, porque incluso el Banco de México consideraba una caída del -3.0 por ciento. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INEGI) en el segundo trimestre del 2020 se había presentado la peor caída económica de la historia con -18.7 por ciento.
Con estos números era de esperarse que se hicieran sentir voces como la de Coparmex. Para el Sindicato Patronal estamos frente a una regresión económica, un desmantelamiento de instituciones de forma irracional, la corrupción se ha incrementado y no se ha solucionado el problema de la inseguridad.
Consideran que hemos sido testigos de un peligroso debilitamiento de los órganos autónomos como el Instituto Nacional Electoral; de un desmantelamiento legal de las reformas estructurales y sus impactos benéficos, aprovechándose del uso de una mayoría parlamentaria irreflexiva.
Como país estamos muy lejos de alcanzar el crecimiento económico que prometió el Gobierno Federal de un 4% anual y un 6% al final del sexenio; en los hechos estos dos años han sido de recesión económica.
Tenemos una administración federal que lejos de entender y sentar las bases para una reactivación económica e implementar incentivos para que se generen más empleos, tiene otros datos.
Como país el escenario es complicado y como Diputada Federal seguiré luchando para fortalecer las instituciones y seguiré insistiendo en inyectar incentivos económicos para que se mantengan empleos y en medida de lo posible que se generan más; en caso de seguir en esta dinámica se avecinan años más difíciles para la economía mexicana.