Buena la tiene enfrente el Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras Lopez ahora que asuma la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), escindida ya en dos bloques aliancistas, los Federalistas y los del Bajío y entre ellos mismos, los del Partido Acción Nacional (PAN) en un submundo matriculado como Gobernadores de Acción Nacional, A.C., (GOAN), pero siempre dispuestos a engordarle el caldo a los dos primeros.
La CONAGO, fundada dos años después de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió la Presidencia de la República en el año 2000, en busca de un contrapeso a las decisiones del entonces presidente Vicente Fox Quesada, tiende a perder su esencia, de acuerdo con el criterio de mandatarios panistas y debe de reinventarse porque está obsoleta ante el avance “peligroso” del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El trabajo que se le viene encima al Gobernador Carreras López es de pronóstico reservado porque lo que no exigieron a Enrique Peña Nieto en tres años que gobernaron con él, 15 mandatarios, ahora se lo pretenden arrebatar al presidente emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA): Un nuevo federalismo, la eliminación de la Ley de Coordinación Fiscal porque la consideran injusta, vetusta, etc.
La presidencia de la CONAGO no tiene mucho tiempo de duración, en sus inicios era de un mes, más o menos, así la detentaron por San Luis Potosí, primero, Fernando Silva Nieto, a punto de dejar el mandato y posteriormente Marcelo de los Santos Fraga.
En los últimos años oscila entre cuatro y siete meses, aproximadamente, lapso que tendrá el doctor Carreras López para conciliar un mundo de intereses económicos y políticos, entre los primeros figuran hasta la pobreza que tienen todos los estados, exprimidos al máximo por la pandemia del Covid 19 y atorados los préstamos que les firmaron los congresos estatales por miles de millones de pesos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Empobrecidos y desesperados tienen las puertas cerradas del Presidente López Obrador para obtener los costales de dinero por múltiples motivos, entre ellos, lo que reclaman hoy los propios gobernadores, soberanía y libertad para gobernar su territorio, solamente les falta la suficiencia económica a través de un nuevo pacto fiscal, que es una de sus principales banderas de inconformidad.
Al fin “grillos” tienen formada su Alianza por el Federalismo y la Alianza del Bajío, la primera exige una reunión plenaria con el Presidente López Obrador de la que salga una solución mágica para terminar con el avance del Covid 19 en el país y enseguida impulsar un desarrollo regional sostenido.
En este tenor están los gobernadores de Tamaulipas, Durango, Coahuila, Chihuahua, Colima y Nuevo León, entre otros. En la Alianza del Bajío figuran los gobernadores de Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, ellos van por la salida de la economía con reapertura de actividades industriales, productivas, para no empobrecer sus estados y la instalación de semáforos sanitarios que regulen el avance de la epidemia.
Con un corte más político-partidista y listos para engordar el caldo de los aliancistas están los Gobernadores de Acción Nacional, A.C., (GOAN), (ajenos al BOA, dicen), constituidos así en agosto del año pasado, con una agenda de trabajo más de choque con las decisiones del Jefe del Ejecutivo Federal.
Vistas las cosas dentro de la realidad de lo que es hoy la CONAGO a 18 años de su fundación, tenemos que para el Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, la tarea es harto complicada, sin embargo, la mayoría de sus homólogos le tienen respeto por su capacidad de concertación, porque hila fino, y puede conjuntar voluntades en pos de un solo objetivo en poco tiempo, ya que 15 de ellos abandonan el cargo en diferentes fechas del 2021.
Bajándonos del patrioterismo ramplón del siglo pasado, abordemos mejor que es una posibilidad abierta para que el doctor Carreras López empiece a cuajar más en corto los proyectos de desarrollo para San Luis Potosí que quedaron en el limbo hace meses, cuando inició la pandemia del Covid 19, porque la relación que tendrá con el Presidente López Obrador será constante para abordar la abultada agenda que le deja el gobernador bajacaliforniano Carlos Mendoza Davis.
A escala abierta, son dos, la vía alterna de la carretera 57, extremadamente urgente como detonante de la industrialización de esta capital y de la zona conurbada, en donde se incluye a Villa de Reyes, en este perímetro se concentra la riqueza industrial del estado, todo el potencial con el que se cuenta para proyectarlo como una ventana al mundo en busca de más Inversión Extranjera Directa (IED) y consecuentemente de empleos. Enseguida, la transformación del aeropuerto nacional de Tamuín, como la palanca del desarrollo integral de la huasteca potosina a través del turismo.
Es la incorporación de los 20 municipios de esa región al turismo de gran clase, en el que también hay un gran interés del Presidente de la República, porque significa el rescate de la pobreza de cientos de familias indígenas que se incorporarán paulatinamente a esta actividad. Para San Luis Potosí, este es el secreto de la llegada de Juan Manuel Carreras López a la presidencia de la CONAGO.
Para el doctor Carreras López, es un mundo de problemas que se le vienen encima en medio de la emergencia de salud más grave que registre la historia aquí en siglos.
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