El tabasqueño Andrés Manuel López Obrador cumple mañana un año de haber hecho historia, al obtener más de 30 millones de votos en las elecciones de 1 de Julio de 2018.
Tras una larga y permanente lucha que lo llevó a recorrer cada rincón de México, finalmente logró el objetivo gracias a un pueblo harto de la corrupción y el cinismo.
Desde que asumió el poder el 1 de Diciembre –incluso antes-, los cambios se empezaron a notar en el país. ¿Para bien o para mal?, depende desde qué ángulo se vea.
Canceló la construcción del nuevo aeropuerto, despidió a miles de burócratas y funcionarios federales, suspendió el suministro de gasolina, dejó sin dinero a las estancias infantiles, generó caos en el abasto de medicamentos, entre un sinfín de decisiones controvertidas.
Todas, siempre, con el argumento de combatir la corrupción y eso, los mexicanos en su mayoría. Lo aceptan y toleran las consecuencias.
Pero de eso ya se ha hablado mucho y poco nuevo se puede aportar, finalmente apenas va empezando el sexenio y un cambio radical siempre tardará en ser asimilado.
Aquí lo importante, es hacia dónde inclinará su apoyo en San Luis Potosí para las elecciones gubernamentales del 2021, donde todo parece indicar que MORENA y PRI harán una alianza, si no abierta y legal, al menos política para que el próximo gobernador sea quien el presidente López Obrador decida.
Es por eso que los movimientos internos en el partido Movimiento de Regeneración Nacional están a la orden del día, con fuego amigo, guerra sucia y patadas por abajo o arriba de la mesa, como sea, impulsados por quienes encabezan los diversos proyectos.
El diputado federal Ricardo Gallardo Cardona considera que tiene posibilidades; vio una oportunidad y se metió a negociar con los operadores morenistas de alto nivel; en San Luis está fortaleciendo el proyecto con liderazgos de amplia experiencia.
Otros que la están buscando es Antonio Lorca, joven empresario conocido en la alta sociedad pero sin un arraigo en las zonas donde se obtienen los votos que dan triunfos y el diputado federal Ricardo del Sol, quien se “voló” porque dice que es amigo del presidente, el cual no conoce sus negros antecedentes –y presentes-.
Gabino Morales, el poderoso súper delegado, tal vez es el que más es visto como candidateable. El presidente le contesta el teléfono y le hace confidencias, porque lo acompañó desde que era casi un niño, en su lucha política y sabe ser agradecido.
Primo Dothé es de la vieja escuela, de las grillas mala onda y la guerra sucia, tenebroso, horacista, violento, arribista. La anda jugando pero finalmente terminará por “negociar” con quien resulte candidato, para rescatar posiciones y fortalecer su grupo, y tal vez, volverla a buscarla mas adelante.
¿Y Juan Ramiro Robledo?... trabaje y trabaje como magistrado, pero en el radar, siempre en el radar.
twitter:
@lozano_ray