En estos tiempos de contingencia sanitaria, hay autoridades que si no le sacan provecho político con la repartición de despensas o la difusión de “logros”, de plano se desaparecen del escenario y dejan a su suerte temas de gran importancia para los ciudadanos como la impartición de justicia.
Un ejemplo de ello es el Supremo Tribunal de Justicia que desde el 17 de Marzo está paralizado, no funciona, jueces y magistrados dejaron aventado el trabajo y con ello, miles de casos no resueltos mas los que se han ido acumulando en estas semanas de aislamiento social.
Ciertamente la justificación es que por disposición de las autoridades federales en materia de salud, se deben suspender las actividades no esenciales para no exponer a los servidores públicos. Es decir, le asiste la razón al Poder Judicial sin embargo, las consecuencias han sido muy graves.
Abogados sin ingresos, personas en las cárceles, demandas y resoluciones que no avanzan, la desesperación ya ha alcanzado niveles críticos, al grado que se han hecho pronunciamiento desde diversas instancias, como las asociaciones de abogados y el Poder Legislativo.
Hay propuestas formales para que se implemente tribunales virtuales donde se resuelvan asuntos, como la que hizo el diputado Oscar Vera. En la Suprema Corte, el Tribunal Electoral Federal, el Consejo de la Judicatura y tribunales federales de circuito, se usa la tecnología para no quedarse de brazos cruzados.
Aquí no. Son pachorrudos y nadie les dice nada. En el Poder Judicial, lamentablemente la impartición de justicia no prioridad.
Es indiscutible que estamos en uno de los ciclos gubernamentales más problemáticos y decisivos de la historia de San Luis Potosí provocados por el embate del Covid-19.
En contraste con la falta de ganas e indiferencia del STJ para trabajar, en el gobierno del estado todos los días se hacen esfuerzos enormes para enfrentar la situación y que los temas importantes no se estanquen.
No se recuerda en otras administraciones tal grado de complejidad, ni siquiera con los conflictos políticos tan artificiales que vivimos hace 25 años, pero lo más importante de todo es que es evidente que el tamaño del reto no le quedó grande al gobernador del estado Juan Manuel Carreras López.
A pesar de no disponer de un presupuesto anual holgado, tiene estrategias para atender a los sectores clave y pretender evitar un derrumbe económico y social como el que se anticipaba hace dos meses.
Es evidente que aún falta mucho para cantar victoria, sin embargo, “la zanca se le ve al pollo” y vamos por buen camino, tan es así que todavía ayer le entregó apoyos por un millón de pesos a los artesanos que venden sus productos en la Tienda de las Artesanías DIF Estatal que fue cerrada a consecuencias de la epidemia que en estos días amplía su capacidad de infección
El Gobernador Carreras López, al paso que va, es posible que consulte la necesidad de buscar un endeudamiento aunque sea moderado, lo que naturalmente no se verá con malos ojos porque la capacidad destructiva del enemigo que todos tenemos enfrente así lo amerita, arrasa con todo y es preciso sostener a San Luis Potosí al precio que sea.
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