/ miércoles 19 de junio de 2024

Imagen, estilo y algo más | ¡Feliz Día del Padre!

El día de hoy dedico éste espacio a todos los padres, a los abuelos también porque son padres dobles. Pero en especial a mi papá Ing. Don Manuel Fernando Valdéz Chacón, quien ha sido un padre ejemplar, a quien le debo lo que tengo y lo que soy, lo que le he aprendido y lo que sigo aprendiendo día a día con su sabiduría. Gracias papá porque siempre me has dado el consejo oportuno, Gracias por tu atinado regaño. Gracias porque siempre cumples lo que prometes.

Gracias, porque desde que tengo uso de razón, siempre has estado cerca apoyándome en todo, desde que nací y hasta el día de hoy, desde estar presente en las juntas de padres de familia en mi colegio, hasta en mi examen profesional en la Universidad, desde enseñarme a manejar un automóvil hasta enseñarme a perder el miedo al montar un caballo, desde enseñarme a nadar en una alberca hasta nadar sin miedo en el mar. Gracias porque cuando llegabas de noche, después de tanto viaje, siempre me diste ese beso en mi cuna. Nunca me faltaste, siempre estuviste.

Gracias por estar en mis cumpleaños desde niña. Gracias por haberme ayudado en mis tareas desde el kínder hasta asesorarme hoy en mi vida profesional. Gracias por tu terquedad en que aprendiera a tocar el piano y por aquel concierto que dimos juntos en el Teatro de la Paz. Gracias porque de ti aprendí a amar y disfrutar del campo y a prender el carbón con ocote en una carne asada.

Gracias por compartir conmigo tu pasión por el futbol y enseñarme a amar a tus equipos “las Chivas” y “el Real Madrid”. Gracias por enseñarme a gritar juntos ese “Goool” en todos los partidos que tanto disfrutamos cada semana, tomándonos esos “caballitos” de tequila.

Gracias por inculcarme valores, a no hacerle daño a las personas, por educarme, por tus sabias enseñanzas. Gracias por dejarme ser. Por dejar pasar muchas de mis burradas. Gracias por tu Bendición todos los días. Gracias por perdonar. Gracias por haber amado tanto a mi mamá.

Gracias por enseñarme a ser práctica y sin complicaciones, a ser auténtica, a ser Yo. Gracias por haberme educado en la Fe, Gracias por tu fortaleza. Gracias por enseñarme a tratar de no sufrir a darle prioridad a lo importante.

Gracias por amar a mis hijas. Gracias por el respeto a mi espacio, a mi tiempo, a mi vida. Gracias por darme la palabra adecuada, eres el mejor de los amigos. Gracias por ser papá cibernético porqué así comprendes todas nuestras locuras al estar al día en los avances tecnológicos.

Hoy tengo que decirte papá que te quiero mucho que Dios te Bendiga y GRACIAS ¡MUCHAS FELICIDADES!

Pero también existimos madres que somos padres también, a quienes llevan la dirección de los hijos sin contar con el apoyo de una pareja, de un papá, les envío un abrazo con mucho cariño sabedora de que saldrán adelante motivadas por el amor de sus hijos.

Y también hay papás solteros que no cuentan con el apoyo de una esposa o una mamá, más aún, los felicitamos doblemente.

Me despido con la siguiente reflexión: Un día me verás y dirás ¡WOW! ¡De lo que me perdí! Y yo te veré un día y diré ¡UFF! ¡De lo que me salvé! Les invito para que me sigan en mi página de Facebook, leeré con atención sus comentarios.

El día de hoy dedico éste espacio a todos los padres, a los abuelos también porque son padres dobles. Pero en especial a mi papá Ing. Don Manuel Fernando Valdéz Chacón, quien ha sido un padre ejemplar, a quien le debo lo que tengo y lo que soy, lo que le he aprendido y lo que sigo aprendiendo día a día con su sabiduría. Gracias papá porque siempre me has dado el consejo oportuno, Gracias por tu atinado regaño. Gracias porque siempre cumples lo que prometes.

Gracias, porque desde que tengo uso de razón, siempre has estado cerca apoyándome en todo, desde que nací y hasta el día de hoy, desde estar presente en las juntas de padres de familia en mi colegio, hasta en mi examen profesional en la Universidad, desde enseñarme a manejar un automóvil hasta enseñarme a perder el miedo al montar un caballo, desde enseñarme a nadar en una alberca hasta nadar sin miedo en el mar. Gracias porque cuando llegabas de noche, después de tanto viaje, siempre me diste ese beso en mi cuna. Nunca me faltaste, siempre estuviste.

Gracias por estar en mis cumpleaños desde niña. Gracias por haberme ayudado en mis tareas desde el kínder hasta asesorarme hoy en mi vida profesional. Gracias por tu terquedad en que aprendiera a tocar el piano y por aquel concierto que dimos juntos en el Teatro de la Paz. Gracias porque de ti aprendí a amar y disfrutar del campo y a prender el carbón con ocote en una carne asada.

Gracias por compartir conmigo tu pasión por el futbol y enseñarme a amar a tus equipos “las Chivas” y “el Real Madrid”. Gracias por enseñarme a gritar juntos ese “Goool” en todos los partidos que tanto disfrutamos cada semana, tomándonos esos “caballitos” de tequila.

Gracias por inculcarme valores, a no hacerle daño a las personas, por educarme, por tus sabias enseñanzas. Gracias por dejarme ser. Por dejar pasar muchas de mis burradas. Gracias por tu Bendición todos los días. Gracias por perdonar. Gracias por haber amado tanto a mi mamá.

Gracias por enseñarme a ser práctica y sin complicaciones, a ser auténtica, a ser Yo. Gracias por haberme educado en la Fe, Gracias por tu fortaleza. Gracias por enseñarme a tratar de no sufrir a darle prioridad a lo importante.

Gracias por amar a mis hijas. Gracias por el respeto a mi espacio, a mi tiempo, a mi vida. Gracias por darme la palabra adecuada, eres el mejor de los amigos. Gracias por ser papá cibernético porqué así comprendes todas nuestras locuras al estar al día en los avances tecnológicos.

Hoy tengo que decirte papá que te quiero mucho que Dios te Bendiga y GRACIAS ¡MUCHAS FELICIDADES!

Pero también existimos madres que somos padres también, a quienes llevan la dirección de los hijos sin contar con el apoyo de una pareja, de un papá, les envío un abrazo con mucho cariño sabedora de que saldrán adelante motivadas por el amor de sus hijos.

Y también hay papás solteros que no cuentan con el apoyo de una esposa o una mamá, más aún, los felicitamos doblemente.

Me despido con la siguiente reflexión: Un día me verás y dirás ¡WOW! ¡De lo que me perdí! Y yo te veré un día y diré ¡UFF! ¡De lo que me salvé! Les invito para que me sigan en mi página de Facebook, leeré con atención sus comentarios.