/ jueves 10 de octubre de 2024

Ifigenia Martínez: pionera de la lucha feminista

Ifigenia Martínez, mujer adelantada a su tiempo, fue una verdadera forjadora del futuro de México. Gran luchadora social y defensora de ideales, combatía en silencio, pero con una fuerza que la acompañó hasta el último de sus días. Vio culminar parte de sus esfuerzos al entregar la banda presidencial a la primera mujer que ocuparía la Primera Magistratura de nuestro país, y supo que su legado estaba asegurado. Ella fue pionera de un feminismo de izquierda en un tiempo en que no sólo era complicado ser mujer en la política, sino también ser mujer de una política de izquierda; su herencia hoy se representa con claridad en la figura de la presidenta Claudia Sheinbaum.

En aquellos tiempos, cuando la lucha se centraba en un cambio en el régimen y la clase política que conducía al país, pero que también buscaba erradicar los prejuicios y señalamientos sociales que se posaban sobre cualquier mujer que intentara levantar la voz o hacer valer sus derechos político-sociales, la maestra Ifigenia abrió brecha.

Mujer de familia, mujer de principios y con una gran preparación, dejó una huella imborrable en la academia y en la política, siendo la primera mexicana que obtuvo una Maestría en Economía en la Universidad de Harvard; la primera directora de la Escuela Nacional (hoy Facultad) de Economía, y profesora de Finanzas Públicas, entre muchos otros logros.

En el emotivo acto de transmisión del Poder Ejecutivo del pasado 1 de octubre, la maestra Ifigenia destacó la trascendencia del momento actual para las mujeres mexicanas. Su voz resuena en el mensaje que escribió, pero que no tuvo oportunidad de leer ese día; en él afirmó que la elección de Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México era “la culminación de una lucha que hemos atravesado generaciones enteras de mujeres”. Su discurso fue un llamado a la acción, recordándonos que “hoy, junto con ella, llegamos todas y abrimos paso a una nueva era”, en la cual el liderazgo femenino será la norma, no la excepción. Con estas palabras, Ifigenia Martínez selló su legado como pionera de la lucha feminista en México, dejando un mensaje de esperanza y motivación para las futuras generaciones de mujeres líderes y luchadoras sociales.

Con valentía y convicción, Ifigenia trazó un camino de liderazgo y servicio en la política mexicana; su legado político es un testimonio de su incansable lucha por la justicia y la igualdad. Como diputada federal, representante permanente de México ante la ONU y fundadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), demostró que las mujeres pueden liderar y transformar la política; su trabajo posterior como senadora por MORENA y presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados consolidó su posición como una de las figuras más influyentes de la política mexicana.

Gracias a su lucha, como a la de otras pioneras, hoy las mexicanas tienen derecho al sufragio, pero además representan la mayoría legislativa en lo federal, tienen gran importancia en los congresos locales —en algunos, con más de un 50 por ciento de diputadas— y hay 13 gobernadoras en el país. La lucha de la maestra Ifigenia por la igualdad de género y la justicia social es un llamado a seguir adelante, a romper barreras y abrir camino para las mujeres de hoy y de mañana.

Ifigenia Martínez nos enseñó que la lucha por la igualdad de género es continua; que con determinación y valentía podemos lograr grandes cambios. Su ejemplo nos llama a seguir adelante y es una fuente de inspiración para innumerables mujeres que, durante años, soñaron con la igualdad y dieron la pelea por ella. Hoy celebramos que esa igualdad se va convirtiendo en una realidad tangible; un avance que ha sido posible gracias al incansable esfuerzo de todas.

Que la inspiración de la maestra Ifigenia siga iluminando el camino para las futuras generaciones de mujeres. ¡Su legado vive!


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