/ miércoles 21 de agosto de 2024

¡Eureka! | Día de las Víctimas del Terrorismo

En ocasiones, cuando se habla de un evento de impacto internacional con repercusiones trascendentes, como lo es el terrorismo, las víctimas que lamentablemente pierden la vida, pasan de ser tratadas como humanos a ser simplemente números. Sin embargo, es importante recordar, conmemorar y hacer homenaje a quienes han sufrido alguna situación, en la geopolítica pasada y actual que incide en los entornos diarios del mundo y de México.

Hay zonas que en los siglos, décadas y años han sido foco de atención por lo que se vive en ellas y por sus repercusiones como Rusia-Ucrania, Siria, Israel-Palestina, zonas de África; México recibe efectos colaterales, en los precios de insumos como los combustibles, en las decisiones que toma, en los acuerdos mundiales, en los mexicanos, etc.

El terrorismo es el uso del miedo que personas con intenciones específicas hacen con la finalidad de hacerle promoción a sus objetivos. Esto no solo causa destrucción física, también efectos profundos y duraderos en las víctimas directas, sus familias, las comunidades afectadas y las personas involucradas pueden llegar a sufrir consecuencias a largo plazo.

En las décadas recientes, el terrorismo ha cambiado drásticamente; antes se veía como un conflicto entre grupos rebeldes y extremistas y gobiernos específicos, hoy se ha convertido en algo mucho más complejo, globalizado, y que reúne varios intereses sociopolíticos. Por ello, en los recientes Juegos Olímpicos de Francia, se hizo evidente dicho temor y han sido los más vigilados en la historia de la humanidad.

El terrorismo se realiza para promover una causa, y a menudo esta excesiva violencia utilizada se justifica con motivos políticos o religiosos, buscando entonces, gracias a la tecnología y a la globalización, un cambio a través del terror. Enfrentar el terrorismo requiere más que una fuerza militar, es fundamental abordar desde las raíces. Es esencial que los líderes mundiales, ya sea presidentes, primeros ministros, etc., encuentren soluciones pacíficas, acuerdos, consensos que promuevan el desarrollo de los países, y sobre todo, que hagan que cualquier persona en todo el mundo, tenga lo necesario y suficiente para que no sea necesaria la violencia en su búsqueda por sus derechos, reales o imaginarios.

Cada acuerdo en la geopolítica internacional es una victoria para todos. Al final del día, la lucha contra el terrorismo no es una batalla política o militar, sino una batalla por preservar la humanidad, la integridad, y la dignidad de la especie humana. Honrar a todas aquellas víctimas y sus cercanos no solo significa recordar lo que vivieron, su sufrimiento, implica comprometernos a construir nuestro mundo de la mano de la paz y el diálogo sin miedo, más cuando se acerca el “11 de septiembre”, fecha de los ataques terroristas a Estados Unidos, donde murieron mexicanos que trabajaban allí.

Estoy en los siguientes espacios, correo: lizyuaslp@gmail.com; Instagram: @lizynavarrozamora; X: @LizyNavarro; Facebook: Lizy Navarro.

En ocasiones, cuando se habla de un evento de impacto internacional con repercusiones trascendentes, como lo es el terrorismo, las víctimas que lamentablemente pierden la vida, pasan de ser tratadas como humanos a ser simplemente números. Sin embargo, es importante recordar, conmemorar y hacer homenaje a quienes han sufrido alguna situación, en la geopolítica pasada y actual que incide en los entornos diarios del mundo y de México.

Hay zonas que en los siglos, décadas y años han sido foco de atención por lo que se vive en ellas y por sus repercusiones como Rusia-Ucrania, Siria, Israel-Palestina, zonas de África; México recibe efectos colaterales, en los precios de insumos como los combustibles, en las decisiones que toma, en los acuerdos mundiales, en los mexicanos, etc.

El terrorismo es el uso del miedo que personas con intenciones específicas hacen con la finalidad de hacerle promoción a sus objetivos. Esto no solo causa destrucción física, también efectos profundos y duraderos en las víctimas directas, sus familias, las comunidades afectadas y las personas involucradas pueden llegar a sufrir consecuencias a largo plazo.

En las décadas recientes, el terrorismo ha cambiado drásticamente; antes se veía como un conflicto entre grupos rebeldes y extremistas y gobiernos específicos, hoy se ha convertido en algo mucho más complejo, globalizado, y que reúne varios intereses sociopolíticos. Por ello, en los recientes Juegos Olímpicos de Francia, se hizo evidente dicho temor y han sido los más vigilados en la historia de la humanidad.

El terrorismo se realiza para promover una causa, y a menudo esta excesiva violencia utilizada se justifica con motivos políticos o religiosos, buscando entonces, gracias a la tecnología y a la globalización, un cambio a través del terror. Enfrentar el terrorismo requiere más que una fuerza militar, es fundamental abordar desde las raíces. Es esencial que los líderes mundiales, ya sea presidentes, primeros ministros, etc., encuentren soluciones pacíficas, acuerdos, consensos que promuevan el desarrollo de los países, y sobre todo, que hagan que cualquier persona en todo el mundo, tenga lo necesario y suficiente para que no sea necesaria la violencia en su búsqueda por sus derechos, reales o imaginarios.

Cada acuerdo en la geopolítica internacional es una victoria para todos. Al final del día, la lucha contra el terrorismo no es una batalla política o militar, sino una batalla por preservar la humanidad, la integridad, y la dignidad de la especie humana. Honrar a todas aquellas víctimas y sus cercanos no solo significa recordar lo que vivieron, su sufrimiento, implica comprometernos a construir nuestro mundo de la mano de la paz y el diálogo sin miedo, más cuando se acerca el “11 de septiembre”, fecha de los ataques terroristas a Estados Unidos, donde murieron mexicanos que trabajaban allí.

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