Por Martha Isabel Arévalo Luna
La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Según la Fundación Ellen MacArthur, produce aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono y es responsable de un significativo desperdicio de agua. Además, el fenómeno de la "moda rápida" exacerba estos problemas, promoviendo un ciclo de consumo rápido y desechable que resulta insostenible a largo plazo. En este escenario, la moda sostenible no es solo una opción, sino una necesidad urgente.
El modelo de renta de ropa propone un cambio paradigmático: en lugar de poseer ropa, los consumidores la alquilan por un período determinado. Este modelo tiene varias ventajas desde la perspectiva de la sostenibilidad. Al alquilar ropa, se maximiza el uso de cada prenda, reduciendo la necesidad de producir nuevas piezas constantemente. Esto disminuye significativamente el desperdicio textil, un problema crítico en la moda rápida. Al compartir prendas entre múltiples usuarios, la demanda de nuevas producciones disminuye. Esto, a su vez, reduce las emisiones de carbono asociadas con la fabricación y distribución de ropa. El modelo de renta de ropa se alinea con los principios de la economía circular, donde el objetivo es mantener los productos en uso el mayor tiempo posible. Las prendas se reparan, reutilizan y finalmente reciclan, minimizando el impacto ambiental.
La implementación de este modelo puede contribuir significativamente a varios de los ODS. En primer lugar, fomenta una producción más consciente y un consumo responsable, reduciendo el desperdicio y promoviendo la reutilización de productos, alineándose con el ODS 12. Además, al disminuir la necesidad de nuevas producciones, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la mitigación del cambio climático, cumpliendo con el ODS 13. Finalmente, puede impulsar nuevas oportunidades de negocio y empleo en la industria de la moda, desde servicios de reparación y mantenimiento hasta plataformas de alquiler, apoyando el ODS 8.
Sin embargo, es importante mencionar que el modelo de renta de ropa también enfrenta desafíos. La logística de mantenimiento y transporte de las prendas alquiladas puede ser compleja y costosa. Además de que es crucial educar a los consumidores sobre los beneficios del alquiler frente a la compra, superando la mentalidad tradicional de posesión. No obstante, estos desafíos presentan oportunidades para la innovación y la colaboración entre diseñadores, minoristas y plataformas de alquiler puede crear un ecosistema de moda más sostenible y eficiente.
En definitiva, el modelo de renta de ropa representa una solución innovadora y sostenible para la industria de la moda. No solo ayuda a cumplir con los ODS, sino que también satisface las necesidades del consumidor ecológico. Al promover la economía circular, reducir el desperdicio textil y minimizar la huella de carbono, este modelo tiene el potencial de transformar la moda en una industria más responsable y sostenible. La adopción generalizada de la renta de ropa puede ser un paso crucial hacia un futuro donde la moda y la sostenibilidad coexistan armoniosamente.
Afiliación:
Martha Arévalo es Profesora Investigadora de la Escuela de Negocios y del Centro de Comercio Detallista del Tecnológico de Monterrey. Actualmente es candidata al doctorado en Ciencias Administrativas por la EGADE Business School.
mail: martha.arevalo@tec.mx