"En la jungla social de la existencia humana, no hay ninguna sensación de estar vivo sin un sentido de identidad. Además agravaría de pertenencia", Erik Erikson
La gente va a comportarse de acuerdo a lo que en permisividad se les deje hacer. Desde la sociedad hemos caído en la indiferencia de lo que pase y, a quien le pase, mientras no nos sea doloroso a nosotros o, a quienes por la cercanía son seres queridos.
Las personas tenemos la responsabilidad de hacer del mundo un lugar mejor y no sólo tomar de el lo que nos conviene o, sirve a nuestros intereses.
Durante los eventos sangrientos recientes, una vez más, de los cuerpos desmembrados que fueron dejados en el Municipio de Villa De Reyes, inmediatamente surge la inquietud y la inseguridad de lo que las autoridades están haciendo para resolver este tema violento pero, jamás nos preguntamos qué es lo que deberíamos estar haciendo como personas para ayudar.
Generalmente las quejas en diversas reuniones, es describir la inseguridad, los atracos, los plagios, las violaciones, las muertes, para luego aseverar, afirmar, en público que nadie hace nada al respecto. Seguido de exigir el cambio de estrategias o, de titulares de las oficinas respectivas.
Me parece un exceso de protagonismo, una postura solamente, para que las personas que escuchan volteen a ver, quien es la persona que con “valentía” cuestiona tal situación. Algo que debería dolernos a todos, es lo que sucede en nuestro País y, estoy muy seguro que existen muchas personas, no las suficientes que realmente quieren y, hacen algo por remediar nuestra mala situación.
Cierto, hay que cuestionar a las autoridades por la impunidad que vivimos o, más aún, porque no hay un castigo verdadero para quienes en grupo delinquen o matan a las personas. Debe de haber una respuesta que no sea la de no querer enfrentarse, causando una guerra que se desprestigia, solo porque la inició Calderon Hinojosa.
¿Será revancha por las elecciones del 2006? aún a costa del sufrimiento de las personas.
Mucho hay que cuestionar a las autoridades pero, estarán de acuerdo que no es posible tener un policía para cada uno, ni para cada colonia y, menos con seres humanos que no están bien pagados para cuidarnos y, con la seguridad social requerida, amén de mucho más, como son los y las policías.
La cuestión es de formación. ¿Que hicimos o, dejamos de hacer desde la individualidad? Es decir en donde se perdió la formación de una sociedad, especialmente en nuestro Estado, que solía ser parte de la resolución de nuestros problemas.
Muy seguro podemos afirmar que nos perdimos en el hedonismo, el materialismo, lo práctico de las cosas, la comodidad de ser, el no entendernos de nuestras responsabilidades de comunidad y, solo exigir derechos que luego por lo general no se ganan, solo se espera recibirlos.
Punto y a parte es la educación de nuestros hijos y, por ello no me refiero a la pública o, privada y, si, la que nosotros damos en el interior de nuestros hogares. Perdimos el control de la disciplina juvenil y, arriesgo el comentario, pues luego se debaten muchas opiniones en torno a los derechos de los niños, niñas y, adolescentes.
No se trata de vulnerarlos en sus derechos de ninguna persona, no se trata del maltrato físico, psicológico o, de cualquier otra índole y si, se trata de saber trasmitir que para vivir en una sociedad a la cual nos debemos todos, hay que cumplir con nuestras obligaciones para luego, tener derechos.
La inmensa mayoría de las vidas que se pierden, son jóvenes que van persiguiendo sus anhelos, creyendo que la vida les alcanzará pero, sin cobrar el mal camino y, no es de esa manera. Parten, muchos de ellos de esta plano, sufriendo y dejando lo mismo en padres y madres que pudieron hacer algo para evitar cualquier tipo de tragedias.
¿Perdimos el control de nuestros hogares por temor y así, contribuimos a las calamidades que vivimos?