En primer lugar, quiero agradecerle la atención a este espacio y quisiera como en otras ocasiones empezar con noticias halagüeñas, sin embargo, la mezcla entre el panorama económico con las cifras que tenemos y las decisiones de política están generando ya desde hace tiempo nerviosismo.
Para ir de lo general a lo particular diremos que el panorama es de incertidumbre ante muchas interrogantes tanto de las personas en sus empleos, los empresarios, inversionistas y podría atreverme a decir a los comerciantes informales sea de productos americanos, como nacionales y servicios.
Para poner en contexto, diremos que en nuestro gobierno ya no hay dinero que alcance y se ha frenado el flujo de capital que inyectaba el gobierno a la economía con sus obras, y para la siguiente administración, no hay mucho margen de maniobra, lo que posiblemente en la discusión del paquete económico, hará que el siguiente gobierno se apoye en la inversión privada para sostener este país y sus necesidades.
A lo cual podemos apreciar que con la reforma al poder judicial muchas empresas o empresarios irán con cautela en sus reinversiones, es decir si una empresa pensaba hacer una ampliación la pondrá en pausa y ese motor de la economía quedará en pausa.
Otro motor que nos ayuda son las exportaciones que han crecido puesto que el gobierno estadounidense está favoreciendo el consumo antes de las elecciones, pero después, ¿cómo aprovecharemos la inversión extranjera directa? Si firmamos un tratado y ahora no lo estamos cumpliendo.
Mi pronóstico es que la reforma judicial se aprobara y el siguiente gobierno tendrá que ajustarse al TEMEC de alguna manera para dar certidumbre a la inversión ya instalada y la que pueda venir.
Lo cierto es que ya estamos viviendo según las cifras, un freno en el crecimiento y la inversión, que con las actuales cifras del INEGI, vemos que la inversión se desploma y el consumo privado, ósea que lo que gastan los mexicanos se ha contraído, esto es un signo de alarma para los empresarios, a lo cual también aumento la informalidad en el país y disminuye la tasa de desempleo, pero recordemos que se toma en cuenta desde una persona que trabaje unas horas por día aunque no sea remunerada y o bien en la informalidad, y de ahí para arriba hasta los empleos formales con todas las prestaciones.
Para el próximo año desgraciadamente veremos con mayor claridad los efectos de la desaceleración, donde cada mes se ajusta la cifra de crecimiento de PIB, una ayuda externa son las remesas que han paleado la situación pero si gana Trump se espera sentir también desaceleración en el flujo de remesas, y me atrevería a decir que dependiendo de como se maneje la política y la economía podríamos llegar a la recesión en donde el tipo de cambio subiría, así como las tasas de interés y se irían las inversiones en nuestro país por la falta de garantías legales.