/ viernes 6 de octubre de 2023

Entorno Empresarial | La relación precio vs calidad

Las empresas siempre tendrán el objetivo de generar utilidades. Para obtenerlas, es necesario que exista una estrategia detrás del negocio, misma que debe incluir un precio competitivo en el mercado que cubra los costos y permita un margen suficiente de ganancia.

Cuando los precios de nuestros productos se incrementan o se reducen, tenemos que ser estratégicos y justificar ese aumento o disminución pues el consumidor suele ser sensible a este cambio.

Sabemos que el contexto actual ha generado diversos cambios en los hábitos de consumo de las personas; incluso los empresarios han tenido que hacer uso de diferentes estrategias para poder mantenerse competitivos en el mercado.

Hemos sido testigos de compañías que bajan sus precios con la finalidad de mantener la preferencia de sus clientes; sin embargo, esto suele ser contraproducente pues pierden margen de ganancia y bajan su calidad.

Este análisis nos lleva a la conclusión de que las empresas deben enfocar sus esfuerzos en generar estrategias diferenciadoras que ofrezcan valores agregados a sus clientes y establezcan relaciones leales de largo plazo que les permitan ampliar su margen de ganancia.

El costo de la mala calidad se subestima la mayor parte del tiempo, por lo cual con frecuencia se le representa con un iceberg. Existen costos de la mala calidad obvios y “visibles”, mientras que la gran mayoría del impacto está “oculto”, por debajo de la superficie.

La percepción que tienen los consumidores en cuanto a los precios altos, es que la calidad del producto o servicio también sea alta. Y aunque es algo que la mente lo relaciona, el encontrar productos a un precio bajo puede crear más satisfacción en las personas.

El crecimiento de la competencia en los diferentes mercados, es algo que influye directamente y que con el objetivo de captar el mayor número de clientes en algunos momentos puede sacrificarse el precio, pero también la calidad.

Es por ello que los expertos recomiendan que para la relación calidad/precio, tanto el cliente como el proveedor, tenga un equilibrio en lo que desean, lo que pueden ofrecer y lo que se debe pagar por ello.

Ante el contexto inflacionario actual, el mayor riesgo de los precios altos en las empresas es la reducción de la rentabilidad.

Y la calidad es un factor en el que algunos hacen ajustes para mejorar los márgenes de utilidades.

El costo del modelo de mala calidad consiste en asumir fallas tanto internas como externas de nuestro producto.

Encontrar los costos ocultos de la mala calidad le ayudará a tener una empresa ágil y resiliente en sus finanzas.