La demanda agregada muestra la relación inversa entre la demanda total de bienes y servicios y el nivel de precios de una economía. Como sabemos, la demanda agregada está compuesta de los distintos tipos de gasto agregado: el consumo, la inversión, el gasto del gobierno y las exportaciones netas.
El consumo privado, que es un indicador que refleja el gasto total de los hogares en bienes y servicios, tanto de origen nacional como de importación, continuó con su tendencia de desaceleración en agosto pasado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Oportuno del Consumo Privado creció 1.6% a tasa anual durante el octavo mes de 2024.
Dicho aumento significó el peor resultado desde febrero de 2021, cuando el indicador cayó 5.7%, es decir, en los últimos 42 meses (tres años y medio); además, hiló cinco meses perdiendo ritmo.
Su desempeño es de suma importancia para entender cómo se encuentra la economía general de México, pues cabe recordar que el consumo representa una parte importante del PIB (casi dos terceras partes) y es el mayor componente de la demanda agregada
Agregaron que, debido a que el consumo refleja la capacidad de las personas y hogares para satisfacer sus necesidades mediante la adquisición de bienes y servicios, es considerado un indicador de bienestar económico.
En la segunda mitad del año, se preve que el consumo privado continuará presentando retos, lo cual, supondría que el gasto de los hogares se torne más defensivo.
La elevada inflación continuará restringiendo el poder adquisitivo de los hogares.
Pese a bajar algo, las tasas de interés todavía limitarán el acceso al financiamiento. Por su parte, en un entorno de desaceleración económica, estimamos que se continúe moderando la generación de empleos y que ello a su vez también afecte a la confianza del consumidor.
Según los expertos de la institución financiera, la ralentización de la demanda interna en el segundo semestre de 2024 definirá el punto de partida para el crecimiento de la actividad económica en 2025, aunque también se espera una debilidad.
En agosto, en medio de la persistencia en la inflación y las altas tasas de interés, el consumo privado de los mexicanos registró un alza anual de 1.6 por ciento, de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De cumplirse los pronósticos del organismo, el consumo privado en México continuaría con su fase de desaceleración y acumularía al menos cinco meses consecutivos a la baja.
Actualmente, el Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP) se publica alrededor de nueve semanas después del mes de referencia, pero la Dirección General Adjunta de Cuentas Nacionales y la Dirección General Adjunta de Investigación del Inegi construyeron un indicador que estima el consumo de los hogares mexicanos de manera precisa y oportuna.
De esta forma, mediante un conjunto de modelos econométricos y de aprendizaje automático (machine learning), se llegó a la estimación del Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP).