/ viernes 5 de julio de 2024

Entorno empresarial | Inflación y desaceleración

A principios de este año éramos optimistas sobre las perspectivas de la economía global, y lo seguimos siendo a medida que enfrentamos el segundo trimestre.

Sin embargo, la amenaza que representa Donald Trump para el país podría descomponer las cosas.

Una de las características del año pasado fue la resiliencia que mostró la economía mexicana en un ambiente complejo y una política monetaria restrictiva.

A pesar de que el desempeño de la actividad económica fue mejor a lo anticipado, los economistas reconocen que el panorama económico para México se mantiene complicado con elementos tanto locales como externos que podrían afectar.

De acuerdo con las proyecciones de Citibanamex, la economía mexicana registrará una desaceleración en el 2024 para terminar el año con un crecimiento anual de 2.2% ante la expectativa de una desaceleración global y de Estados Unidos.

Además, impactaría el deterioro gradual del mercado laboral y las altas tasas de interés reales.

No obstante, la política fiscal procíclica que se llevará en el 2024, aunado a las tendencias del nearshoring son algunos de los riesgos que amortiguarían la desaceleración.

A esto se suma que la inflación aún se mantendrá por encima del objetivo del Banco de México (Banxico), de 3%.

En su análisis económico, los economistas ven como imperativo el promover un entorno macroeconómico que impulse el crecimiento sostenible tanto de corto, como de mediano y largo plazo.

Ello gana especial relevancia en el cambio de administración, ya que es de alta importancia sentar las bases para que aumente la inversión a través de mejorar la confianza y de proveer certeza jurídica.

México debería poder aprovechar las posibilidades que el nearshoring puede brindar al país para incrementar tanto la inversión como el empleo.

La economía mexicana comenzó a mostrar señales consistentes de desaceleración desde el cuarto trimestre del 2023, cuando el producto interno bruto (PIB) mostró un crecimiento trimestral de sólo 0.08%, el peor desempeño desde el tercer trimestre de 2021.

Desde nuestro punto de vista, tras un primer trimestre con crecimiento regular del PIB, la actividad podría encontrar un piso en el segundo semestre.

La inflación ha persistido y lo sienten las familias en su bolsillo, y se frenaría la tendencia a la baja dado que todavía existe un largo camino por recorrer en el proceso de reacomodamiento de precios relativos.

A principios de este año éramos optimistas sobre las perspectivas de la economía global, y lo seguimos siendo a medida que enfrentamos el segundo trimestre.

Sin embargo, la amenaza que representa Donald Trump para el país podría descomponer las cosas.

Una de las características del año pasado fue la resiliencia que mostró la economía mexicana en un ambiente complejo y una política monetaria restrictiva.

A pesar de que el desempeño de la actividad económica fue mejor a lo anticipado, los economistas reconocen que el panorama económico para México se mantiene complicado con elementos tanto locales como externos que podrían afectar.

De acuerdo con las proyecciones de Citibanamex, la economía mexicana registrará una desaceleración en el 2024 para terminar el año con un crecimiento anual de 2.2% ante la expectativa de una desaceleración global y de Estados Unidos.

Además, impactaría el deterioro gradual del mercado laboral y las altas tasas de interés reales.

No obstante, la política fiscal procíclica que se llevará en el 2024, aunado a las tendencias del nearshoring son algunos de los riesgos que amortiguarían la desaceleración.

A esto se suma que la inflación aún se mantendrá por encima del objetivo del Banco de México (Banxico), de 3%.

En su análisis económico, los economistas ven como imperativo el promover un entorno macroeconómico que impulse el crecimiento sostenible tanto de corto, como de mediano y largo plazo.

Ello gana especial relevancia en el cambio de administración, ya que es de alta importancia sentar las bases para que aumente la inversión a través de mejorar la confianza y de proveer certeza jurídica.

México debería poder aprovechar las posibilidades que el nearshoring puede brindar al país para incrementar tanto la inversión como el empleo.

La economía mexicana comenzó a mostrar señales consistentes de desaceleración desde el cuarto trimestre del 2023, cuando el producto interno bruto (PIB) mostró un crecimiento trimestral de sólo 0.08%, el peor desempeño desde el tercer trimestre de 2021.

Desde nuestro punto de vista, tras un primer trimestre con crecimiento regular del PIB, la actividad podría encontrar un piso en el segundo semestre.

La inflación ha persistido y lo sienten las familias en su bolsillo, y se frenaría la tendencia a la baja dado que todavía existe un largo camino por recorrer en el proceso de reacomodamiento de precios relativos.