Vivimos en un mundo que diariamente innova y se moderniza a un ritmo acelerado obligando a instituciones y personas a adaptarse a esos cambios de manera ágil y eficiente.
El no hacerlo los obligaría a quedarse relegados en un segundo plano donde estarían en desventaja dentro de un mercado cada día más globalizado y competitivo ya que la tecnología es la materia prima necesaria para avanzar y mejorar los procesos.
Y cabe anotar que dentro de esta tecnología, se incorporan los celulares tipo smartphone como herramientas que facilitan la comunicación entre las personas.
Es entonces el teléfono o celular smartphone la clave para que tanto empresarios como personas del común, cuenten con la conectividad que les permita tener la información de primera mano y en tiempo real, a través de la portabilidad de la Internet que este dispositivo posibilita.
Es gracias al teléfono inteligente o Smartphone que es posible el desarrollo eficiente de actividades hasta acceder a aplicaciones complejas que podrían agilizar las labores del trabajo empresarial.
Para evitar problemas, dudas y malentendidos en el uso de estos dispositivos en la empresa, tanto cuando son facilitados por esta como cuando los aporta el propio trabajador (dispositivos personales utilizados para trabajar), es necesario establecer una política de uso de dispositivos móviles clara y concreta, que todo empleado debe conocer.
Si nunca se ha parado a pensar en el gran efecto negativo que tiene utilizar el smartphone a cada minuto de su día a día, probablemente esta sea una buena oportunidad para poner a trabajar su mente en ello.
Los padecimientos por el uso excesivo del celular son muy variados. No es ningún invento, lo puede ver por si mismo, basta con ver alrededor para encontrar alguna persona con la mirada clavada en su celular.
Se trata de una adicción, cuya única diferencia con otras adicciones, apunta un experto, es que se trata de “un comportamiento socialmente aceptado”.
El fácil acceso a la tecnología digital que tenemos la mayoría de las personas que comienza en edades cada vez más tempranas, está transformando a la sociedad de formas que pueden tener efectos negativos en la salud mental y física, el desarrollo neurológico y las relaciones personales.
Aunque socialmente este comportamiento no es mal visto, comparándolo con acciones como beber alcohol, fumar o consumir drogas, la especialista destaca que puede llegar a ser igual de dañino.
Y esto debe ser del interés de las empresas.
De acuerdo con una investigación, elaborada por la Universidad de Maryland, “una mayoría evidente” de estudiantes que formaron parte de la muestra experimentaron angustia cuando intentaron estar sin sus celulares durante 24 horas.
Sin espacios abiertos ni tiempo libre, el sistema nervioso jamás se apaga. Está en un estado constante de alerta y respuesta.
La nomofobia es un trastorno, este trastorno se define como el miedo a no estar en contacto con el teléfono móvil o smartphone.
