/ viernes 7 de junio de 2024

El Sleep Divorce: Una nueva perspectiva sobre la convivencia en pareja

El término Sleep Divorce o "Divorcio del Sueño" se ha vuelto cada vez más popular en la conversación sobre las relaciones de pareja modernas. Esta práctica consiste en que las parejas deciden dormir en camas separadas o incluso en habitaciones separadas para asegurar el descanso óptimo de ambos y mejorar su relación durante el día.

Aunque pueda parecer un concepto radical, en realidad se trata de una estrategia para mejorar la calidad de vida y la salud emocional de los individuos dentro de la convivencia amorosa.

El fenómeno del Sleep Divorce no es una invención contemporánea. Históricamente durante la era victoriana, era común que las parejas de clases medias y altas durmieran en recámaras separadas. Este hábito disminuyó en la segunda mitad del siglo XX, pero hoy está resurgiendo como una solución práctica a los problemas de sueño que muchos experimentan.

Según la psicoterapeuta y sexóloga Laura Pírez, el objetivo principal del Sleep Divorce es evitar que comportamientos como el roncar, moverse mucho o tener diferencias de temperatura interfieran con el descanso del otro (a).

Se sabe que el dormir bien es fundamental para el bienestar general de cada integrante de la pareja y la falta de sueño puede afectar desde el sistema inmune hasta el estado de ánimo del otro (a), incrementando su irritabilidad y reduciendo su paciencia, lo que comúnmente afecta la interacción cotidiana.

Stephanie Collier, una experta en sueño, señala que dormir mal puede incluso llevar a desarrollar depresión. Por lo tanto, cuando una pareja elige dormir separada para garantizar la calidad del sueño de su compañero (a), está tomando una buena decisión para favorecer la salud y el bienestar de los dos.

Seema Khosla, neumóloga y portavoz de la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM), explica que las parejas bien descansadas tienden a discutir menos y muestran mayor empatía entre sí. El que cada individuo tenga un sueño profundo y regular mejora su convivencia diaria y reduce su nivel de estrés. Un buen descanso no sólo es crucial para la salud física, sino también para mantener una relación sana y equilibrada.

No obstante, la práctica del Sleep Divorce puede ser benéfica para algunos, pero también representar desafíos para otros, pues no todas las parejas encuentran esta opción adecuada. Una preocupación común en este terreno, por ejemplo, es la posible pérdida de intimidad. Sin embargo, cabe decir que algunas personas consideran esa parte como un elemento secundario al comparar los beneficios de un buen descanso y mejorar su actitud el resto del tiempo.

La clave para encontrar el éxito en esta fórmula del Sleep Divorce, es optimizar los momentos que pasan juntos durante el día.

El decidir dormir en camas separadas o en espacios separados es una decisión que expertos como Pírez recomiendan tomar de manera conjunta y consensuada para evitar resentimientos y mantener la armonía en el vínculo afectivo. “La comunicación es esencial cuando se considera el Sleep Divorce”, dice.

Para ello, sugiere que las parejas discutan abiertamente sus necesidades y preocupaciones hasta llegar a un acuerdo que funcione para los dos.

Como señala Pírez, las parejas a menudo no saben cómo hacer acuerdos y toman la decisión de dormir separados desde el hartazgo, lo que puede ser perjudicial. Por ello, es fundamental que el Sleep Divorce se vea como una opción negociada y beneficiosa para promover la salud de los dos, no como un “castigo” o una señal de problemas en la relación.

En conclusión, como las relaciones evolucionan y el tiempo pasa, es natural que los hábitos de los individuos cambien. El Sleep Divorce es una alternativa de cómo las parejas pueden adaptarse a las nuevas realidades sin perder la esencia de su lazo amoroso. El elemento principal está en la comunicación y en hablar abiertamente sobre las necesidades de los dos.

Al final del día, lo importante es que cada miembro de la pareja se sienta descansado, saludable y feliz, listo o lista para coadyuvar a fortalecer la conexión con su contraparte a largo plazo.


El término Sleep Divorce o "Divorcio del Sueño" se ha vuelto cada vez más popular en la conversación sobre las relaciones de pareja modernas. Esta práctica consiste en que las parejas deciden dormir en camas separadas o incluso en habitaciones separadas para asegurar el descanso óptimo de ambos y mejorar su relación durante el día.

Aunque pueda parecer un concepto radical, en realidad se trata de una estrategia para mejorar la calidad de vida y la salud emocional de los individuos dentro de la convivencia amorosa.

El fenómeno del Sleep Divorce no es una invención contemporánea. Históricamente durante la era victoriana, era común que las parejas de clases medias y altas durmieran en recámaras separadas. Este hábito disminuyó en la segunda mitad del siglo XX, pero hoy está resurgiendo como una solución práctica a los problemas de sueño que muchos experimentan.

Según la psicoterapeuta y sexóloga Laura Pírez, el objetivo principal del Sleep Divorce es evitar que comportamientos como el roncar, moverse mucho o tener diferencias de temperatura interfieran con el descanso del otro (a).

Se sabe que el dormir bien es fundamental para el bienestar general de cada integrante de la pareja y la falta de sueño puede afectar desde el sistema inmune hasta el estado de ánimo del otro (a), incrementando su irritabilidad y reduciendo su paciencia, lo que comúnmente afecta la interacción cotidiana.

Stephanie Collier, una experta en sueño, señala que dormir mal puede incluso llevar a desarrollar depresión. Por lo tanto, cuando una pareja elige dormir separada para garantizar la calidad del sueño de su compañero (a), está tomando una buena decisión para favorecer la salud y el bienestar de los dos.

Seema Khosla, neumóloga y portavoz de la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM), explica que las parejas bien descansadas tienden a discutir menos y muestran mayor empatía entre sí. El que cada individuo tenga un sueño profundo y regular mejora su convivencia diaria y reduce su nivel de estrés. Un buen descanso no sólo es crucial para la salud física, sino también para mantener una relación sana y equilibrada.

No obstante, la práctica del Sleep Divorce puede ser benéfica para algunos, pero también representar desafíos para otros, pues no todas las parejas encuentran esta opción adecuada. Una preocupación común en este terreno, por ejemplo, es la posible pérdida de intimidad. Sin embargo, cabe decir que algunas personas consideran esa parte como un elemento secundario al comparar los beneficios de un buen descanso y mejorar su actitud el resto del tiempo.

La clave para encontrar el éxito en esta fórmula del Sleep Divorce, es optimizar los momentos que pasan juntos durante el día.

El decidir dormir en camas separadas o en espacios separados es una decisión que expertos como Pírez recomiendan tomar de manera conjunta y consensuada para evitar resentimientos y mantener la armonía en el vínculo afectivo. “La comunicación es esencial cuando se considera el Sleep Divorce”, dice.

Para ello, sugiere que las parejas discutan abiertamente sus necesidades y preocupaciones hasta llegar a un acuerdo que funcione para los dos.

Como señala Pírez, las parejas a menudo no saben cómo hacer acuerdos y toman la decisión de dormir separados desde el hartazgo, lo que puede ser perjudicial. Por ello, es fundamental que el Sleep Divorce se vea como una opción negociada y beneficiosa para promover la salud de los dos, no como un “castigo” o una señal de problemas en la relación.

En conclusión, como las relaciones evolucionan y el tiempo pasa, es natural que los hábitos de los individuos cambien. El Sleep Divorce es una alternativa de cómo las parejas pueden adaptarse a las nuevas realidades sin perder la esencia de su lazo amoroso. El elemento principal está en la comunicación y en hablar abiertamente sobre las necesidades de los dos.

Al final del día, lo importante es que cada miembro de la pareja se sienta descansado, saludable y feliz, listo o lista para coadyuvar a fortalecer la conexión con su contraparte a largo plazo.