Cuando se destroza la confianza el rechazo nos alcanza
DESDE LA FUNDACIÓN del sindicalismo mundial, las hordas, los clanes, las tribus, los gremios, las cofradías, los trade Unions y toda asociación que agrupara a trabajadores indistintamente, conviertese en protectora de los derechos laborales implicando con ello la dualidad de protector y protegido o lo que es lo mismo defensor y defendido. No, no exageramos en lo expuesto pues así fue y es la historia de las agrupaciones sindicales de este y otros lares mundiales. Cuando los trade Unions se convirtieron en sindicatos llevando en la definición la sentencia, (asociación formada para la defensa de intereses económicos o políticos comunes a todos los asociados, encargada de la negociación colectiva, la firma de convenios y pactos. “Se aplica esta denominación fundamentalmente a las asociaciones profesionales, patronales (¿?) y obreras). Según la extinción de la definición, existen (hasta el momento de la edición del diccionario Espasa 2002), Sindicato Amarillo, Sindicato Vertical, Sindicatos Libres, Sindicatos Únicos, cada uno amparado por la ley Federal del trabajo.
DICHO Y ESCRITO lo anterior, deberemos de señalar que, en cuanto al magisterio mexicano se refiere, aparecen antes del siglo XX agrupaciones laborales que defendían sus derechos aún en contra de los mismos dictámenes eclesiásticos; en San Luis aparecen agrupaciones de maestros de párvulos, maestros de primeras letras y aritmética, ligas de profesores universitarios y otros que, sin ser sindicatos, ya pugnaban por derechos laborales; la influencia doctrinaria del socialismo y del anarquismo (en San Luis el profesor “Genarito, Benito González, Jesús R. Yáñez) fincaron el inicio sindical.
AL NACIMIENTO EN 1943 del SNTE por la fusión de ¡siete! agrupaciones dispersas en el país, entre ellas la de los Maestros Socialistas aquí, se organizarían en cada entidad las elecciones dependientes del centro; la 52 primero y la 26 luego, aglutinaron a las diferentes categorías magisteriales sobre todo para luchar por mejorías salariales (¡un peso diario!); un Ciriaco Cruz Medina, David G. Berlanga, Luis Medellín Niño, Félix Araujo, Benito González, Agapito Arvizu, Gumercindo Eguia, Nicolás Ibarra Piña y decenas más de profesores que viven en el nombre de las escuelas sobre todo en las de la 52 y su memorable huelga del 31, única en la historia magisterial potosina.