/ jueves 19 de septiembre de 2024

¡Cristo es la Respuesta! / El Cuidado Divino, Salmo 121

Por Víctor Hugo Guel González

Recientemente mi esposa y yo fuimos a orar a la casa de unos hermanos de nuestra iglesia, acerca de una situación legal que están enfrentando. Pensando en esto y en lo que quería compartirles, el Señor trajo a mi memoria un Salmo que habla precisamente del “Cuidado divino de Dios”.

El Salmo 121 tiene como título “Jehová es tu guardador”. En los versículos 1 y 2 dice: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”; aquí el salmista dice: Alzaré mis ojos, alzaré mi mirada a los montes; para buscar ayuda y socorro y declara directamente: Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. ¿Quién de nosotros no ha quedado sorprendido al mirar un nuevo amanecer o una puesta de sol?; el mar, la luna, las estrellas; pues el Creador de todo el universo es quien nos quiere ayudar. Esto debe de animar nuestra alma.

En los versículos 3 y 4 continúa diciendo “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”. Otra verdad acerca del cuidado divino de Dios, es que no duerme, Él vela por nuestro cuidado y protección.

En los versículos 5 y 6 dice: “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche”. Es una bendición saber que nuestra ayuda divina está disponible las 24 horas; y que su ayuda es como una sombra cuando hay claridad aún durante la noche. Dice en el Salmo 3:5 “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba”; cuando más vulnerables estamos, podemos saber que contamos con el cuidado de nuestro Dios.

Salmo 121:7 dice: “Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma”. El cuidado de Dios, es para todo mal que pueda venir en nuestra vida; ´Él guarda nuestra alma, nuestro ser, nuestra mente, corazón, nuestros sentimientos y emociones.

Finalmente, en el versículo 8 dice: “Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre”. Es decir que la ayuda divina estará disponible siempre que la busquemos, cuando la necesitemos. Bendito sea el Señor y Gloria sea a su Nombre.

Por Víctor Hugo Guel González

Recientemente mi esposa y yo fuimos a orar a la casa de unos hermanos de nuestra iglesia, acerca de una situación legal que están enfrentando. Pensando en esto y en lo que quería compartirles, el Señor trajo a mi memoria un Salmo que habla precisamente del “Cuidado divino de Dios”.

El Salmo 121 tiene como título “Jehová es tu guardador”. En los versículos 1 y 2 dice: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”; aquí el salmista dice: Alzaré mis ojos, alzaré mi mirada a los montes; para buscar ayuda y socorro y declara directamente: Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. ¿Quién de nosotros no ha quedado sorprendido al mirar un nuevo amanecer o una puesta de sol?; el mar, la luna, las estrellas; pues el Creador de todo el universo es quien nos quiere ayudar. Esto debe de animar nuestra alma.

En los versículos 3 y 4 continúa diciendo “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”. Otra verdad acerca del cuidado divino de Dios, es que no duerme, Él vela por nuestro cuidado y protección.

En los versículos 5 y 6 dice: “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche”. Es una bendición saber que nuestra ayuda divina está disponible las 24 horas; y que su ayuda es como una sombra cuando hay claridad aún durante la noche. Dice en el Salmo 3:5 “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba”; cuando más vulnerables estamos, podemos saber que contamos con el cuidado de nuestro Dios.

Salmo 121:7 dice: “Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma”. El cuidado de Dios, es para todo mal que pueda venir en nuestra vida; ´Él guarda nuestra alma, nuestro ser, nuestra mente, corazón, nuestros sentimientos y emociones.

Finalmente, en el versículo 8 dice: “Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre”. Es decir que la ayuda divina estará disponible siempre que la busquemos, cuando la necesitemos. Bendito sea el Señor y Gloria sea a su Nombre.