¡Vida en santidad!
DIOS CRISTO JESÚS nos invita en la Carta 1 Pedro 1:15-16 de la Biblia, como sigue: “¡Sed santos, porque yo soy santo!”.
En efecto, Cristo nos llama a estar muy lejos y ajenos al pecado, para que esta sea nuestra nueva norma y manera de vivir, adaptando nuestro entendimiento con toda sobriedad a las cosas de Dios, según 1 Pedro 13-14, y poniendo toda esperanza en la Gracia divina que es amor perfecto que nos regala Cristo cuando a arrepentidos ante El, lo aceptamos y recibimos como Salvador, según Juan 3:16.
¿Estamos listos para aceptar esta invitación de Cristo? Entonces, nada ni nadie puede impedirnos acercarnos a El para que nos rescate de nuestra vana por pecaminosa manera de vivir, porque para ello, este Jesús derramó su sangre preciosa en el Calvario como Cordero divino sin mancha ni contaminación, a quien desde la eternidad -antes de la fundación del mundo- la Trinidad Santísima, había designado, y Cristo aceptado ser Salvador de todos sus seguidores, por amor a éstos, según 1 Pedro 1:18-20.
Cristo, por lo tanto, nos llama para que en forma reflexiva, decisiva y valiente, arrepentidos de nuestros pecados lo aceptemos creyendo que El nos salva, de inmediato y para siempre, aquí ahora, conforme a 2 Corintios 6:2, y nos hace morir al pecado para resucitar con El a una nueva vida que tendrá como meta final el Cielo gozoso y feliz de Dios según 1 Pedro 1:21 y 25, porque este Jesús como palabra de Dios permanece para siempre para favorecer a sus ovejas conversas y salvas en El.
Por ende, Cristo nos llama para que aceptemos ser santos de Dios con el regalo de su Vida Santa Perfecta, que nos aleja del pecado, dándonos el nuevo nacimiento de carácter espiritual, por su Gracia divina, que significa Amor Supremo Perfecto, al rescatarnos y hacernos creyentes suyos para ingresarnos a su Cielo divino.
Estimado Lector: Cristo, te invita a tener su Vida de Santidad, y para ello sólo necesitas decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.
Dios los bendiga, y si Él permite, continuaremos el viernes siguiente. Mi teléfono: 444-815-39-73.