Todos hemos deseado en algún momento tener una varita mágica para resolver nuestros problemas y el emprender no es la excepción. Parece una tarea difícil definir la idea con la que vamos a iniciar nuestro negocio, pero la verdad es que no es complicado y puede resultar sencillo si empezamos nuestra búsqueda con estas dos ideas en mente.
Primero, pensemos en el problema que estamos solucionando. La gente compra cosas por muchas razones, pero la principal es porque el producto que están adquiriendo les está solucionando un problema. Honestamente, el cliente no quiere que le contemos lo buena que es nuestra idea o nuestro producto ni los beneficios que tiene; más bien, el cliente quiere que solucionemos un problema que él tiene, y es entonces cuando compra nuestro producto o servicio.
Por ejemplo, Uber Eats soluciona dos problemas con su aplicación: el primero es que nos da opciones de restaurantes dependiendo de lo que queramos comer, además de que nos muestra todo el menú con fotografías y precios de manera que no tenemos que estar haciendo nota mental de cada uno de los platillos mientras hablamos por teléfono al restaurante. El segundo problema es que en una sociedad cada vez más digital, la gente usa menos efectivo, y en Uber Eats es más sencillo pagar tanto los alimentos como la entrega con tarjeta de crédito o débito directamente a través de la aplicación.
Segundo, pensemos si estamos haciendo el producto para nosotros y para el mundo. Esto se oye sencillo, pero la verdad es que es uno de los problemas más frecuentes a la hora de diseñar un negocio. Como emprendedores, creemos que la idea que tenemos es la mejor y es difícil aceptar cambios a la misma, lo que es un grave error. Debemos estar abierto a la evolución y los cambios, sobre todo tomando en cuenta que estamos creando nuestro producto o servicio para un mercado masivo, y no para nosotros mismo.
Recuerda siempre buscar primero al mercado, luego pensar ¿qué es lo que les puedes vender?Un ejemplo claro de esto son los negocios eco-amigables: ellos saben que un sector grande de la población se preocupa cada vez más por ser amigables con el medio ambiente, entonces deciden crear versiones “verdes” de productos de uso diario.
Como puedes ver, también existen pasos para encontrar ideas originales: lo importante es no desesperar, anotar todas las ideas que vengan a la cabeza y después, como primer paso, compararlas con los puntos que comenté antes. ¡Así que a pensar, idear, comparar y a emprender!
@rulasrc
Columnista en Jefe: Ariadna Rincón