La historia mexicana, marca el 16 de septiembre de 1810, como el inicio de la guerra de Independencia. El cura Hidalgo da el "Grito de Dolores”. Este movimiento armado y social, tenía como fin liberar al país del yugo que ejercían los españoles a nuestro pueblo. Para conmemorar el inicio de la Independencia, cada año, se celebra el “grito” en todo el país.
A 208 años del inicio de la guerra de Independencia, México es muy diferente. Al término de la batalla, el pueblo buscaba una identidad nacional. Pero a la vez, tenía un orgullo muy grande por ser mexicano.
En poco más de 200 años, el sentimiento se ha transformado. Según la encuestadora Demotecnia, únicamente al 26% de los mexicanos, les gusta mucho el lugar en donde viven. Al 44% le gusta en dónde vive, pero a veces, quisiera cambiar de residencia. Para Demotecnia, el orgullo ha disminuido. Ya que tan sólo el 48% de la población se siente orgullosamente mexicano.
Existe un alto contraste entre las encuestas y los pronósticos de la CONCANACO. El organismo empresarial, espera una derrama económica de hasta 18 mil millones de pesos. En contra parte, la encuestadora indica que únicamente el 25% de los encuestados tienen ganas de festejar las fiestas patrias.
La celebración de la Independencia de México, es un buen aliciente para el comercio formal. Con datos de Forbes, se espera un crecimiento del 6%, respecto al 2017, en empresas del ramo hotelero y restaurantero. A pesar de no existir “puente”, los mexicanos sí saldremos a festejar las fiestas.
Los rubros de bebidas, ropa y papelería, crecerán un 4%. Los centros de esparcimiento un 3%. Con lo que se puede apreciar, que el mexicano festeja la Independencia en bares, restaurantes y lugares públicos en general.
No solo en México celebramos nuestra identidad nacional. Los migrantes en todo el mundo y, en especial en Estado Unidos, realizan fiesta por el 15 de septiembre. En California, Texas y Nueva York, son los estados en donde se lleva a cabo la mayor celebración en la unión americana.
Gran parte de la mercancía típica de ésta celebración, banderas, sarapes, sombreros, etc., son de precedencia china. Éste tipo de artículos, que principalmente oferta el comercio informal, genera poca derrama económica al país.
Se debe fortalecer al mercado interno. No cerrar fronteras al comercio, pero sí reanimar al productor local. Al retomar el carácter nacional, no nacionalista. Podremos robustecer, no sólo los negocios, sino la identidad y el honor de México.
Columnista en Jefe: Ariadna Rincón.